Piden la dimisión del primado católico irlandés por ocultar abusos sexuales

  • Dublín.- Las organizaciones de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes pidieron hoy la dimisión del primado de la Iglesia católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, por ocultar los maltratos de un cura pederasta.

Piden la dimisión del primado católico irlandés por ocultar abusos sexuales
Piden la dimisión del primado católico irlandés por ocultar abusos sexuales

Dublín.- Las organizaciones de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes pidieron hoy la dimisión del primado de la Iglesia católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, por ocultar los maltratos de un cura pederasta.

Las acusaciones se remontan a 1975, cuando Brady fue encargado de investigar dos casos de abusos cometidos por el padre Brendan Smyth, arrestado 1994 en la República de Irlanda y encarcelado después por agredir sexualmente de 20 menores, niños y niñas, durante un periodo de más de 40 años.

Según reveló este fin de semana la prensa irlandesa, Brady estuvo en dos reuniones en las que se pidió a los menores que hiciesen votos de silencio, cuando el ahora cardenal actuaba como secretario del obispo de Kylmore, Francis McKiernan.

El fundador del grupo "One in Four" ("Uno de cada Cuatro"), Colm O'Gorman, volvió hoy a pedir la dimisión del clérigo al recordar que Brady fue ascendiendo en la jerarquía de la Iglesia católica mientras Smyth continuaba "abusando y violando" a niños.

"Defenderse ahora diciendo que seguía órdenes es un intento vergonzoso de eludir la responsabilidad por sus propios fracasos, por no haber hecho lo correcto en 1975 y por no proteger a los menores de un abusador en serie", dijo O'Gorman.

Otra víctima de los maltratos, Andrew Madden, la primera persona que llevó a la Iglesia ante los tribunales irlandeses en 1995, recordó hoy que los abusos eran comunes en todo el país.

"Creo que cada diócesis tiene casos de denuncias que no fueron abordadas. Es sólo cuestión de que se vaya descubriendo a esta gente", añadió Madden.

En su defensa, el purpurado ha afirmado que sólo siguió las instrucciones de sus superiores y que, en aquellos tiempos, no había marcadas directrices para abordar este tipo de investigaciones.

"Ahora sé que debería haber hecho más. Entonces, pensé que estaba haciendo lo que se me pedía con gran eficiencia. Actué con urgencia para obtener pruebas y presentarlas", declaró Brady, quien dice que sólo dimitirá si se lo pide el Papa Benedicto XVI.

Aunque los abusos físicos y psíquicos de niños en parroquias e instituciones educativas públicas gestionadas por la Iglesia han sido sistemáticos desde la creación del Estado Libre irlandés (1922), uno de los primeros casos que alcanzó notoriedad fue el del cura norirlandés Brendan Smyth, quien ejerció en Belfast, Dublín y EEUU.

Su detención golpeó no sólo a la Iglesia católica y a la sociedad, incrédula aún respecto a este tipo de casos, sino también al Gobierno de la época, que abandonó el poder por su chapucero manejo del proceso de extradición a Irlanda del Norte de Smyth, quien falleció en prisión en 1997 a los 70 años de edad.

El propio Brady declaró el pasado diciembre que estaba dispuesto a presentar su dimisión si se demostraba que algún menor fue víctima de abusos por culpa de su mala gestión.

El primado hizo esas declaraciones después de conocerse los contenidos del llamado "Informe Murphy", fruto de una investigación que desveló la connivencia de la Iglesia católica con el Estado para ocultar durante décadas cientos de abusos sexuales en las parroquias de la diócesis de Dublín.

El pasado mes de diciembre, el obispo de Limerick, Donal Murray, dejó el cargo después de que el citado informe calificase de "inexcusable" su actitud con un sacerdote sospechoso de pederastia.

A esta renuncia le siguió la del obispo de Kildare, James Moriarty, y la de los obispos auxiliares en la archidiócesis de Dublín Eamonn Walsh y Raymond Field.

El único de los cinco altos clérigos criticados en el documento que todavía se aferra al cargo es el obispo de Galway, Martin Drennan, quien sostiene que el informe no le señala personalmente a él.

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