Medio mundo copia en los exámenes con ePinganillo, tecnología punta made in Spain

  • La empresa española ha desarrollado un sistema 2.0 para copiar y ya ha desembarcado en EEUU, UK, Alemania...

    Por unos 300 euros se puede adquirir un dispositivo que habría sido la envidia de cualquier servicios de espionaje durante la Guerra Fría.

El último dispositivo de escucha para copiar en exámenes tiene el tamaño de una lenteja
El último dispositivo de escucha para copiar en exámenes tiene el tamaño de una lenteja

Cuando James Bond bajaba a los dominios del Doctor Q los espectadores se preparaban para conocer los últimos artilugios que disfrutaría el Agente 007 frente a los villanos.

En las películas del espía británico aparecían todo tipo de inventos de apariencia inverosímil, pero hoy quedarían en simple chatarra comparados con los dispositivos que los estudiantes usan para copiar en los exámenes, oposiciones y pruebas de todo tipo.

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El saber no ocupa lugar decía el proverbio, y en la nueva versión podemos dejar bien claro que lo que no ocupa lugar alguno es la chuleta 2.0. Madres, padres, profesores, tutores legales, prepárense para entrar en el miniaturizado mundo del copiar digital.

Hace una semana se supo que los responsables docentes de la Universidad de Almería se habían conjurado para poner freno a una auténtica 'Banda del Pinganillo', estudiantes que pasaban las pruebas de exámenes copiando como verdaderos profesionales, gracias a auriculares indetectables.

"Paga y copia tranquilo"

¿De dónde salen estos inventos? Nada de foros de la deep web, ni en mercadillos ocultos a la sombra de callejones, nada de eso. A plena luz de internet, y por un módico precio, cualquier estudiante ignorante de su materia de estudio pero mínimamente versado en tecnología puede convertirse en acreedor de una hoja de calificaciones envidiable, pese a no saber hacer la 'O' con un canuto.

Una de las páginas de referencia para los amantes de la chuleta digital era hasta hace poco ePinganillo, una empresa de venta de estos artefactos para copiar mediante susurros indetectables. Ahora, la pujanza del negocio ha hecho que esa misma empresa haya crecido en capacidades, ofreciendo tecnología que ya hubieran querido los espías en la Guerra Fría.

La nueva compañía especializada en dispositivos para copiar se llama Monorean, y si entran en su web verán que tiene versión principal en inglés, síntoma inequívoco de la vocación internacional del negocio

Uno de los responsables de la empresa, del que omitimos su nombre por razones de prudencia, asegura en entrevista telefónica con Lainformacion.com que llevan ocho años en el negocio, y los dos últimos en los que lanzaron sus nuevos dispositivos han disparado su actividad. 

En España se copia, y mucho, pero no somos los únicos. El negocio de la chuleta pinganillo no conoce fronteras, y por eso los impulsores de  Monorean se han lanzado a vender tanto en el Viejo Continente como al otro lado del charco, en EEUU y hasta en Australia.

La empresa, que cuenta con cerca de diez empleados, dispone de un comercial en Reino Unido y otro en Estados Unidos, lo que les permite vender a estudiantes Chuleta alemana

La única plaza en la que no han querido acceder todavía es Asia, tal vez por la dificultad de hacer dinero en un mercado en el que los bajos precios son difíciles de igualar.

"De los países de Europa tenemos muchas ventas en Alemania", nos señalan en la empresa, para hacer ver lo falsa que puede ser la impresión superficial que se dibuja sobre un carácter y un país.

Aunque tampoco sorprende tanto si recordamos que en marzo de 2011 el ministro federal de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, dimitió tras descubrirse que su tesis doctoral es era un plagio de numerosos autores.

 En lo que al mercado patrio se refiera, en Monorean no quieren señala a nadie, aunque se avienen a destacar "el buen negocio que hacemos en Andalucía".

Aseguran que, antes de comenzar a vender estos artilugios, examinaron atentamente la legislación española y tuvieron claro que ningún aspecto de su actividad comercial quebrantaba la legislación vigente.

Lo único que puede quebrar la venta de dispositivos para copiar es el bolsillo, ya que en esta empresa ofrecen dos modelos diferentes de pinganillo, a 299 y 499 euros.  No los regalan.Inhibidores, leyenda urbana

Aunque muchas instituciones educativas amenazan con usar inhibidores de frecuencia en sus aulas de exámenes, como por ejemplo señalaban la pasada semana en la Universidad de Almería, los responsables de esta empresa de pinganillos lo desmiente de forma rotunda. 

Ya sea para preservar la bonanza de su negocio, o por tener datos fehacientes, el responsable de Monorean asegura a Lainformacion.com que "salvo algún profesor que tenga uno viejo y lo usara de forma ilegal, no se usan inhibidores. Es un bulo".

El peligro que puede suponer que un recinto educativo esté aislado de las comunicaciones en caso de emergencia, o la posibilidad de que el inhibidor interfiera de forma hipotética sobre instrumentos de hospitales cercanos desaconseja su utilización fuera de los ámbitos policiales y de defensa.

Lo que llama la atención es el éxito de estas artimañas, que si bien son herederas de las clásicas chuletas usadas por los estudiantes desde que el hombre es hombre, supone un nivel de sofisticación que casa mal con los estudiantes poco aplicados.

En cualquier caso, el uso de estos dispositivos auriculares invisibles no precisa más que del propio pinganillo, un móvil y un amigo (cómplice). Funcionan con cualquier teléfono móvil que tenga conexión bluetooth (Android, Symbian, iOS..), no suena lo más mínimo en el exterior, y es imposible saber que alguien lo lleva. 

Una de las cosas que más llaman la atención al examinar las tiendas de estos sistemas es que ofrecen confidencialidad, envío urgente, tutoriales de uso, diagramas para la utilización, y todo un catálogo de consejos para el mejor aprovechamiento del artilugio. Al final, hasta para copiar hay que hincar los codos.

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