Policía tunecina disuelve con gases lacrimógenos una protesta de salafíes

  • La Policía tunecina disolvió hoy por la fuerza una manifestación islamista que comenzó de forma pacífica y se tornó violenta cuando cientos de radicales salafies se separaron del grupo y trataron de romper el cordón de seguridad y acceder a la oficina del primer ministro.

Túnez, 14 oct.- La Policía tunecina disolvió hoy por la fuerza una manifestación islamista que comenzó de forma pacífica y se tornó violenta cuando cientos de radicales salafies se separaron del grupo y trataron de romper el cordón de seguridad y acceder a la oficina del primer ministro.

Los congregados, que tuvieron que ser dispersados con gases lacrimógenos, protestaban por la reciente emisión en la televisión local Nesma de la película "Persépolis", basada en la novela gráfica del mismo nombre de la dibujante iraní Marjane Satrapí.

Un segundo grupo de salafíes intentó, igualmente, dirigirse a la sede del referido canal, que emitió hace una semana este largometraje que narra en clave autobiográfica y desde la crítica laica la creación del Estado islámico de Irán tras la revolución de 1979.

Desde la difusión de la cinta han aparecido numerosas amenazas en internet contra la referida cadena, cuya sede decenas de rigoristas islámicos ya trataron de asaltar el pasado domingo.

Ambos grupos formaban parte de una manifestación mayor, en la que participaron unas 3.000 personas, y que comenzó a las 13.00 hora local (12.00 GMT), tras la oración del mediodía, sin el respaldo del partido An Nahda, principal formación islamista moderada de Túnez, que se desligó de la misma a través de su página web.

Los manifestantes, convocados a través de las redes sociales, partieron de la mezquita Al Fath y en su mayoría se disolvieron de manera pacífica al llegar a Bab Suika, zona situada en el centro de la ciudad.

En la marcha, en la que se gritaron alabanzas a Alá y se pidió una segunda revolución, se podían ver pancartas del grupo de tendencia salafí Hizb al Tahrir.

Esta no es la primera vez que la corriente islámica reacciona violentamente en el país ante lo que considera una ofensa contra sus creencias.

El pasado 26 de junio, un grupo de islamistas salafíes asaltaron un cine situado en el centro de la capital en protesta por la proyección de la película "Ni Dios, ni amo", de la cineasta tunecina Nadia el Fani, a la que los radicales islámicos han amenazado por sus posiciones laicas.

El incremento de la actividad de los salafistas, liberados tras la revolución que a principios del presente año hizo caer la dictadura del presidente Zin el Abidin ben Ali, es observada con temor por los movimientos laicos tunecinos.

Mostrar comentarios