Polonia: sexo, drogas... y política

  • ¿Quién dijo que la política polaca es aburrida? El escándalo de sexo y drogas que ha mancillado la reputación del senador Krzysztof Piesiewicz, uno de los políticos más respetados de Polonia y hasta entonces miembro del partido del primer ministro Donald Tusk, se ha cobrado dos nuevas víctimas. Se trata de dos líderes de los partidos de la oposición, que se han negado a participar en una suerte de caza de brujas contra el ex parlamentario.
Un senador polaco pillado "in fraganti" esnifando supuestamente cocaína
Un senador polaco pillado "in fraganti" esnifando supuestamente cocaína
lainformacion.com
Jan Cienski | GlobalPost

(Varsovia, Polonia). Piesiewicz, un conocido guionista aquí que colaboró con el director de cine Krzysztof Kieslowski, es también un destacado abogado que luchó por la defensa de los disidentes durante la era comunista y un miembro importante de la resistencia anticomunista.

El pasado diciembre, un tabloide polaco acabó con su carrera política y profesional tras la publicación de unos vídeos comprometedores. Las imágenes mostraban al senador con un vestido de flores, en compañía de dos mujeres, aspirando un polvo blanco. Piesiewicz señaló posteriormente que se trataba de un “medicamento molido” y no de cocaína.

El vídeo se vendió al tabloide Super Express por un grupo de presuntos chantajistas que ya ha sido detenido. Según las informaciones, los malhechores pretendían cobrar unos 500.000 zlotys (125.000 euros) a Piesiewicz, que entonces decidió pedir ayuda a la policía. “Fue una trampa”, declaró Piesiewicz. “No sé si me pusieron algo en la bebida. Soy una persona completamente normal. Ha sido el único incidente de este tipo en toda mi vida”.

La ruina de Piesiewicz ha sido un episodio vergonzoso para el partido Plataforma Cívica, actualmente en el poder. Pese a que Piesiewicz renunció al partido, el primer ministro Donald Tusk decidió distanciarse del ex parlamentario. Tusk y su partido siempre se han presentado como una agrupación impoluta en temas morales y criminales. Las elecciones presidenciales son este año y las legislativas en 2011, por lo que verse atrapado en semejante escándalo podría perjudicar a Plataforma Cívica.

Así lo espera la oposición -de izquierdas- que lidera el partido Ley y Justicia (PiS), ya preparado para aprovecharse de las tribulaciones de Piesiewicz. Los columnistas de prensa cercanos al PiS han arremetido contra la “inmoralidad” del senador y han exigido que pida disculpas al pueblo polaco antes de retirarse de la vida pública. Sin embargo, una votación reciente del Senado para retirarle la inmunidad parlamentaria a Piesiewicz no tuvo el resultado que esperaba Jaroslaw Kaczynski, el líder del PiS.

Dos importantes senadores de su partido, ambos con un largo historial en la resistencia anticomunista, se negaron a apoyar la moción, que pretendía abrir una investigación por posible posesión de narcóticos.Uno de ellos es Zbigniew Romaszewski, un político difícil pero muy respetado, que declaró que no tenía ninguna intención de recibir órdenes de Kaczynski en un tema moral. “Me equivoque o no, no estoy de acuerdo en que alguien de manera arbitraria y sin discusión me impida expresar mis ideas”, afirmó Romaszewski, que inicialmente fue suspendido del partido y posteriormente decidió abandonarlo. “Soy uno de los pocos senadores que conoce la situación de primera mano y nadie me preguntó mi opinión antes de votar para retirar la inmunidad a Krzysztof Piesiewicz”, añadió.

Para Kaczynski, que dirige el PiS con mano férrea, el asunto se convirtió en un tema de disciplina de partido y en un reto en su eterna cruzada contra la corrupción, el eje de su plataforma electoral. “Romaszewski tenía otra opinión y ha sido castigado por ello”, declaró Kaczynski.

Al final, la moción no fue aprobada gracias a la mayoría de senadores de la Plataforma Cívica, que no hicieron necesarios los votos de los dos senadores tránsfugas. Y si bien se trata de un escándalo que perjudica al partido gobernante, Kaczynski ha vuelto a centrar la discusión en torno a su férreo control del PiS, algo que probablemente perjudique las posibilidades de reelección de su hermano gemelo, Lech, que es el actual presidente de Polonia.

Piesiewicz ya ha desaparecido. Ni siquiera estuvo presente durante la votación en su contra en el Senado. En una de las escasas entrevistas que ha dado desde que estalló el escándalo, Piesiewicz declaró a un canal de televisión religioso que sólo se culpaba a sí mismo por su “ingenuidad y falta de consideración”. “Veremos qué será de mí. Esperaré con calma que se acabe todo el revuelo mediático”, afirmó mientras añadía que “nunca” lo dejarán en paz.

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