Protestas. La policía desaloja a los jóvenes “indignados” acampados en la puerta del sol


La Policía desalojó esta madrugada a la fuerza a los jóvenes acampados desde la noche del domingo en la Puerta del Sol de Madrid para exigir cambios políticos y económicos y concienciar a la sociedad y a los gobernantes de la necesidad de cambiar el actual modelo social. La intención de los reunidos en el kilómetro cero, junto al oso y el madroño, era permanecer allí al menos hasta las elecciones del 22 de mayo, aunque no descartaban prolongar su estancia.
Los jóvenes fueron desalojados pasadas las 5 de la mañana y desde la Puerta del Sol se dirigieron por la calle Preciados hasta Callao, mientras coreaban frases denunciando falta de democracia.
Los manifestantes, de forma espontánea e "imitando las revoluciones de los países árabes", donde las redes sociales jugaron un papel clave, según comentó a Servimedia uno de los jóvenes, decidieron quedarse en la calle tras los actos de protesta protagonizados el domingo por miles de personas por el centro de Madrid, con el fin de expresar su descontento e indignación con las políticas que se están llevando a cabo en España.
Según comentó otra de las concentradas, el movimiento surgió espontáneamente al finalizar la marcha reivindicativa del domingo. “La gente no tenía ganas de irse y pensamos que hacía falta una respuesta mayor, no podía quedarse solo en una manifestación”, dijo. Además, aclaró a esta agencia, se trata de un movimiento inclusivo, en el que “tratamos no de excluir, sino de canalizar una idea transformadora”.
Los jóvenes han repartido desde el domingo por la noche un manifiesto entre los viandantes que se acercaban a ellos en la Puerta del Sol, entre los que había algunos extranjeros y un gran número de personas mayores que se solidarizaban con los acampados, se identificaban con su causa y reclamaban también cambios políticos y económicos.
En el manifiesto aseguran que no pertenecen a ningún partido ni asociación, y, en su llamamiento al apoyo ciudadano, matizan: “No queremos que se adscriba nadie como miembro de...”.
Lo que les une, explican, es “una vocación de cambio”, y afirman que estaban allí por dignidad y solidaridad. Los participantes en este movimiento abogan por el diálogo “real” y solicitan que "no se anulen los canales de participación”.
Además de una auténtica transformación social, los acampados plantean una exigencia mucho más concreta: la liberación de los detenidos durante los disturbios del domingo.

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