Durante el primer día de su viaje a la región del Cáucaso, que le llevará también a Armenia, Francisco ha recordado a los "pueblos en guerra" a los que ha pedido que "aprendan el camino de la reconciliación, del diálogo y del perdón".
El Pontífice ha hecho estas reflexiones en su visita al lugar de culto asiro-caldeo, la primera de un Papa católico en toda la historia de la Iglesia.
Francisco, que sido recibido por el patriarca de Babilonia de los Caldeos, Louis Raphaël Sako, y por el párroco de la Iglesia, ha pedido a Dios que una a su cruz "los sufrimientos de tantas víctimas inocentes, los niños, los ancianos, los cristianos perseguidos". En esta lista ha incluido a los que se encuentran "profundamente heridos": las personas abusadas, despojadas de su libertad y dignidad, así como a los"exiliados, los refugiados y quienes han perdido el gusto por la vida.
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