Tegucigalpa, 14 feb.- La relatora de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Margaret Sekaggya, dijo hoy que Honduras enfrenta serios desafíos en el combate de la violencia e inseguridad.
En rueda de prensa tras concluir una visita de una semana a Honduras, Sekaggya indicó que "la impunidad reinante y la ausencia de investigaciones efectivas de las violaciones de derechos humanos socavan la administración de justicia y deterioran la confianza de la sociedad hacia sus autoridades".
Agregó que el derrocamiento de Manuel Zelaya como presidente de Honduras, el 28 de junio de 2009, agudizó la debilidad institucional del país centroamericano porque aumentó la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos, con el agravante adicional de que se agudizó la "polarización" entre los hondureños.
"He observado que ciertas categorías de defensores de derechos humanos se encuentran particularmente en situación de riesgo en Honduras, incluyendo periodistas, trabajadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, abogados, fiscales y jueces", subrayó la relatora de la ONU.
Durante su estancia en Honduras, Sekaggya se reunió con el presidente Porfirio Lobo, autoridades del Parlamento, dirigentes de organismos de derechos humanos y campesinos de la región norte que exigen tierras y que cese la persecución contra ellos por reclamar conquistas sociales, entre otros sectores.
"También recibí informes sobre violaciones y restricciones serias a la libertad de expresión, especialmente después del golpe de Estado", acotó la enviada de la ONU, que conoció detalles sobre el asesinato de unos 17 comunicadores entre 2009 y 2011 que no han sido esclarecidos.
Dijo que a pesar de que muchos defensores gozan de medidas cautelares y de protección emitidas por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, le "preocupa haber recibido información sobre la ausencia de medidas efectivas de protección".
Ante esa situación, los defensores "se convierten en víctimas de asesinatos, atentados y amenazas resultado de la falta de eficacia de dichas medidas", enfatizó la diplomática.
También señaló que la acción del Ministerio Público se ha visto afectada por "la supuesta participación de miembros de la fuerza policial en la ejecución de crímenes, incluyendo aquellos que representan serias violaciones de los derechos humanos".
En su informe preliminar sobre su visita, Sekaggya recomendó a las autoridades hondureñas un plan de acción para la protección de los derechos humanos a partir de los mecanismos internacionales.
"Como medida crucial para superar la desconfianza de los defensores de derechos humanos en contra de las autoridades, se deberá crear e implementar con carácter de urgencia un programa de protección de defensores de derechos humanos que cuente con recursos necesarios", dijo Sekaggya.
En su opinión, una política para investigaciones criminales efectivas deberá ser definida y los métodos de trabajo de investigación deberán ser revisados.
Otra de las recomendaciones establece que la depuración de la fuerza policial debería ser una prioridad para incrementar la credibilidad de las instituciones responsables de la aplicación de las leyes en el país.
"Las Naciones Unidas y la comunidad internacional deberán apoyar el dialogo y fomentar la colaboración entre el Gobierno y la sociedad civil, con miras a incluir de manera efectiva los derechos humanos en los programas de creación y fortalecimiento de instituciones", apostilló.
La relatora calificó de "positiva" la decisión de Lobo de haber creado las secretarías de Justicia y Derechos Humanos, y de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños. EFE
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