RSF denuncia una censura total en Xinjiang desde las protestas de 2009

  • La región de Xinjiang, en el noroeste de China, vive en un bloqueo informativo total desde las protestas de 2009, en las que murieron 200 personas y de las que hoy se cumple el cuarto aniversario, denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Pekín, 5 jul.- La región de Xinjiang, en el noroeste de China, vive en un bloqueo informativo total desde las protestas de 2009, en las que murieron 200 personas y de las que hoy se cumple el cuarto aniversario, denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF).

"No ha habido ninguna mejora desde los disturbios de hace cuatro años", dice la ONG en comunicado, en el que alerta de la "total falta de libertad de información" en esa región, donde conviven la minoría musulmana de etnia uigur y la mayoría china de etnia han.

Tras los últimos disturbios, que hace unos días causaron al menos 35 muertos en la ciudad de Lukqun, una de las principales de la región, Xinjiang vive hoy el aniversario en aparente calma.

La región -critica RSF- "permanece controlada por un estricto programa de censura dirigido desde Pekín. Ningún acto violento puede ser cubierto de forma independiente por la prensa china o internacional".

"La comunidad internacional debe urgir a Pekín a que permita el acceso de la prensa extranjera a Xinjiang", donde, debido a los últimos disturbios, algunas ciudades han sido "cerradas" literalmente, se indica en el comunicado de RSF.

Los recientes disturbios evidencian, según la ONG, que las autoridades siguen usando los mismos métodos represivos que en 2009.

"Desde que (el presidente chino) Xi Jinping llegó al poder, ha perpetuado la política que convirtió virtualmente a Xinjiang en un 'agujero negro informativo'", sentencia RSF.

Xinjiang se despertó hoy con una aparente calma en su capital, Urumqi, donde se produjeron los graves sucesos de 2009 -el peor conflicto en China de este tipo-, aunque bajo un estricto control, informa hoy el diario independiente "South China Morning Post".

El cerco policial en el centro de la ciudad se intensificó en la víspera del aniversario y los ciudadanos se sometieron a continuos controles al utilizar el transporte público.

También brigadas del Ejército chino patrullaron alrededor de la plaza central de Urumqi.

Al contrario que hace cuatro años, cuando centenares de manifestantes uigures tomaron las calles entonando eslóganes, los residentes de la zona jugaban a las cartas a la sombra para combatir temperaturas de hasta 34 grados, según el periódico.

Los uigures denuncian, sobre todo a través de organizaciones en el exilio, como la Asociación Americana de Uigures, ser víctimas de represión política y religiosa por parte del Gobierno central.

Xinjiang es, junto al Tíbet, uno de los polvorines de China, por los frecuentes enfrentamientos entre uigures y chinos han.

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