Semidesnudos y cubiertos de sangre para denunciar la muerte de animales

  • Madrid.- Varias decenas de activistas de la ONG Defensa Animal se han tumbado semidesnudos y parcialmente cubiertos de un líquido rojo simulando un asesinato en la madrileña Puerta del Sol para exigir la abolición de "todos los mataderos de animales".

Semidesnudos y cubiertos de sangre para denunciar la muerte de animales
Semidesnudos y cubiertos de sangre para denunciar la muerte de animales

Madrid.- Varias decenas de activistas de la ONG Defensa Animal se han tumbado semidesnudos y parcialmente cubiertos de un líquido rojo simulando un asesinato en la madrileña Puerta del Sol para exigir la abolición de "todos los mataderos de animales".

El lema elegido por los activistas para su protesta rezaba "Ni toros (en las plazas) ni vacas (en los platós)".

El intenso calor que se vivía este mediodía en la capital no ha podido abrasar la "pasión" por la defensa animal de los activistas, que han permanecido tumbados en el centro de esta céntrica plaza de la capital durante aproximadamente una hora, entre las 12.00 y las 13.00 horas del mediodía, sin más prendas que la ropa interior y con una simulación de banderillas clavadas en su cuerpo.

Según ha explicado a Efe Luis Pérez, portavoz de esta ONG, la protesta se ha hecho en estas fechas coincidiendo con las fiestas taurinas de San Isidro, "máximo exponente", a juicio de esta organización, del "maltrato animal".

No obstante, Pérez ha subrayado que su objetivo es "defender la vida de todos los animales no humanos", y que no sólo están en contra de la tauromaquia "sino de todos los mataderos donde se acaba con la vida de algún animal".

"Son víctimas no humanas, pero no olvidemos que ellos, los animales no humanos, también sienten y sufren, y también quieren disfrutar de sus vidas en libertad", ha añadido el portavoz de Defensa Animal, para quien "no es justo quitar la vida a alguien por el mero hecho de no pertenecer a la especie humana".

Pérez ha señalado, además, que 3.000 animales mueren "asesinados" cada segundo y que "no porque no se oigan sus chillidos mientras las rajan de arriba abajo entre las paredes de un matadero o mientras agonizan por descompresión o asfixia en la cubierta de un barco pesquero, dejan de ocurrir estas cosas".

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