Serenatas de violín, poemas, cartas de amor... Así cortejó el padre de García Márquez a su futura esposa

    • ­La negativa del coronel Márquez a casar a su hija con Gabriel Eligio García sólo consiguió reforzar la intención de éste de enamorarla.
    • ­El Nobel de Literatura relató la tragicomedia de este cortejo en 'El amor en los tiempos del cólera'.

Aunque el imaginario de Gabriel García Márquez era sin duda amplísimo, la vida real dio los suficientes argumentos al Nobel de Literatura para escribir una novela basándose en ella. 'El amor en los tiempos del cólera' está inspirada en el cortejo que vivió la madre de 'Gabo' cuando su padre, el inflexible coronel Nicolás Márquez, se negó a darle permiso para que se casara con el que acabaría siendo su esposo.

El padre de 'Gabo', Gabriel Eligio García, era el telegrafista y boticario del pueblo. Había llegado a Aracataca a principios del siglo XX atraído por la "fiebre del banano" y no agradaba al padre de Luisa Santiaga Márquez, un reputado liberal, por pertenecer al Partido Conservador Colombiano y por ser hijo de madre soltera y un mujeriego confeso, con dos hijos de un matrimonio anterior.

Viendo que ambos se estaban enamorando, el coronel Márquez decidió enviar a su hija a otra ciudad. Los esfuerzos del reputado militar cayeron en saco roto cuando García se lanzó a dedicar serenatas de violín a Luisa, que acompañaba con poemas de amor, mensajes telegráficos e innumerables cartas.

Aunque el argumento no es idéntico, 'El amor en tiempos del cólera' relata una historia tremendamente similar: la de Florentino Ariza, un joven que se enamoró perdidamente de Fermina Daza cuando fue a llevarle un telegrama a su casa y que siguió amándola cuando su padre, opuesto a la relación, le envió lejos para que le olvidase.

El amor que García y Márquez se tenían acabó por vencer las dificultades y ambos consiguieron casarse en Santa Marta en junio de 1926, alejados de la familia. Ambos se establecieron en Riohacha, pero al poco tiempo, y con Luisa embarazada, la familia se reconcilió y ésta volvió al pueblo para dar luz a su primogénito.

Pese a las dificultades, la pareja acabó por tener once hijos. Décadas después, uno de ellos convertiría su historia en un relato universal.

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