Seúl aumenta en un 14% la ayuda a los refugiados que llegan del Norte

  • El Gobierno surcoreano ha aumentado un 14,2 por ciento su ayuda monetaria a los refugiados norcoreanos que llegan al país para ayudarles a asentarse al otro lado de la frontera, informó hoy el Ministerio de Unificación de Seúl.

Seúl, 9 ene.- El Gobierno surcoreano ha aumentado un 14,2 por ciento su ayuda monetaria a los refugiados norcoreanos que llegan al país para ayudarles a asentarse al otro lado de la frontera, informó hoy el Ministerio de Unificación de Seúl.

Cada ciudadano de Corea del Norte que logre alcanzar el Sur recibirá un total de 8 millones de wones (unos 5.760 euros) según los presupuestos de 2013, confirmó a Efe un portavoz ministerial.

La cantidad, entregada en efectivo a los solicitantes de asilo a su llegada tras comprobar su identidad, supera en 1 millón de wones (aproximadamente 720 euros) la ofrecida hasta ahora, de 7 millones de wones (5.040 euros).

El Ministerio de Unificación puntualizó que el incremento en la ayuda responde al aumento de los precios al consumidor desde 2007, año en que el importe del fondo se actualizó por última vez.

El dinero aportado por el Gobierno surcoreano está destinado teóricamente a cubrir la compra de artículos de primera necesidad y gastos de alojamiento y otros menesteres, para ayudar los a los disidentes del Norte a adaptarse a su nueva vida en el Sur hasta que encuentren trabajo.

Los norcoreanos que huyen del hambre o de la represión en su país en busca de una vida mejor en el próspero Sur generalmente llevan a cabo su deserción a través de la frontera con China.

Sin embargo, como las autoridades chinas los persiguen al no reconocer su condición de refugiados, han de recorrer miles de kilómetros en la ilegalidad, generalmente con la ayuda de mafias, hasta alcanzar un tercer país como Tailandia, desde el que solicitar asilo en Corea del Sur.

Corea del Sur recibió en 2012 a 1.509 refugiados de Corea del Norte, un número inusualmente bajo comparado con los casi 3.000 de media que solían llegar en años anteriores, aparentemente por el refuerzo de los controles fronterizos llevados a cabo desde la llegada al poder del líder norcoreano Kim Jong-un.

El Gobierno surcoreano calcula que, de recibir este año al mismo número de disidentes que en 2012, el costo para las arcas del estado sería de alrededor de 1.500 millones de wones (aproximadamente 1,08 millones de euros).

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