Silencio, crespones y flores; una victoria moral del deporte

  • Silencio, banderas gallegas teñidas de luto, crespones y flores; el deporte se transforma, ganan la solidaridad, el recuerdo a las 78 víctimas de la tragedia del tren que descarriló cerca de Santiago de Compostela, el apoyo a los heridos y a los familiares. Es una victoria moral.

Carlos Alberto Fernández

Santiago de Compostela, 27 jul.- Silencio, banderas gallegas teñidas de luto, crespones y flores; el deporte se transforma, ganan la solidaridad, el recuerdo a las 78 víctimas de la tragedia del tren que descarriló cerca de Santiago de Compostela, el apoyo a los heridos y a los familiares. Es una victoria moral.

No hay balón que golpee el dolor, motor que mueva las penas, caballos que salten esos obstáculos imposibles que pone la vida o embarcaciones que se lleven la resaca de la tragedia, pero todas las disciplinas deportivas se empeñan en ayudar a hacer un poco más llevadera la desgracia.

La figuras del deporte lanzan sus mensajes en las redes sociales, los clubes de fútbol se solidarizan y se ponen a disposición de las familias afectadas, se cierran partidos que servirán para homenajear a las víctimas y, en plena competición, nadie olvida Santiago de Compostela.

Se guardan minutos de silencio en los campos de fútbol, donde los jugadores y los aficionados recuerdan la tragedia que al Deportivo, por ejemplo, le tocó directamente porque uno de sus jugadores, Juan Domínguez, perdió a dos familiares en el tren siniestrado.

Se apaga la megafonía en el centro hípico de Casas Novas, donde los jinetes lucen crespones negros en el Concurso de Saltos Internacional de Casas Novas.

En el Gran Premio de Hungría de Fórmula Uno, la escudería Lotus luce la bandera gallega en sus monoplazas, mientras Fernando Alonso y Pedro de la Rosa transmiten su apoyo detrás de una pancarta alentadora.

Ona Carbonell y Marga Crespí nadan al unísono y se cuelgan el bronce para homenajear a las víctimas en el Mundial de Natación de Barcelona, donde también se impone el silencio en memoria de los fallecidos.

Como en Kuwait, donde el equipo de fútbol sala de Santiago logra el tercer puesto en el partido más difícil de jugar, apenas unas horas después de la tragedia, una victoria para y por las víctimas.

A ellas también les dedican los 'Júniors de Oro' del balonmano español el pase a la final del Mundial tras vencer en la prórroga a Croacia y a la espera de la cita decisiva ante Suecia.

El Océano Atlántico recoge las flores que las embarcaciones de la Regata Rías Altas arrojan mientras suenan las bocinas.

Y así, en todos los campos, en todas las canchas, sobre todo tipo de superficies, en todas las disciplinas, el deporte llora pero reúne fuerzas para intentar imponerse a la tragedia.

Mostrar comentarios