Siria impide la entrada de un grupo armado procedente de Turquía

El Cairo, 6 dic.- Las fuerzas fronterizas sirias impidieron hoy la entrada en el país de un grupo armado -calificado oficialmente de terrorista- que trataba de infiltrarse desde Turquía, según la agencia oficial de noticias siria, Sana.

El grupo armado, que estaba compuesto por 35 hombres, fue interceptado en una zona fronteriza de la provincia siria septentrional de Idleb, donde según las formaciones opositoras al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, se esconden numerosos soldados desertores.

Las tropas encargadas de vigilar la frontera entre ambos países se enfrentaron, según Sana, con el grupo armado, al que causaron varios heridos.

El resto de hombres armados logró huir a territorio turco, donde han buscado refugio miles de sirios y se encuentra el coronel Riad al Asa'ad, líder del denominado "Ejército Sirio Libre", una guerrilla formada por desertores del ejército regular sirio.

El pasado día 1, el "Ejército Sirio Libre" mantuvo una reunión secreta con miembros del opositor "Consejo Nacional Sirio" en la que decidió poner fin a sus ataques contra objetivos del régimen de Al Asad y optó por usar solo las armas en actos de autodefensa o para proteger a los civiles.

Desde el inicio de la revuelta contra Al Asad, el régimen de Damasco ha acusado a una conspiración extranjera de estar detrás de las protestas y a grupos terroristas de crear el caos y alentar la violencia.

En este sentido, la agencia Sana informó hoy de que ayer un "grupo terrorista" asesinó a un profesor y secuestró a otro en la provincia central de Hama, mientras que un segundo grupo armado mató a tres civiles.

Estos sucesos coinciden con la muerte hoy de al menos 16 personas, entre ellas un menor, por disparos de las fuerzas del régimen sirio en la ciudad central de Homs, una zona que ayer sufrió una fuerte ofensiva que dejó al menos 50 fallecidos.

La cifra de víctimas de la represión de las manifestaciones antigubernamentales en Siria desde el pasado mes de marzo supera con amplitud las 4.000, señaló el jueves pasado la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien agregó que el país se dirige hacia una guerra civil.