"La lluvia caída en la noche del viernes ha sofocado completamente el incendio", declaró el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, a la AFP, tras agregar que, según estimaciones preliminares, "las llamas afectaron un área de 300 kilómetros".
El incendio empezó por causas naturales -un rayo que cayó el pasado domingo en el cerro Brujo, donde sólo puede accederse por aire- y también quedó extinguido por otro fenómeno natural: una lluvia que completó el trabajo de los equipos del Servicio Nacional de Áreas Protegidas.
Cabrera indicó que aún no fueron cuantificadas las pérdidas de flora y fauna ni la contaminación ambiental provocada por el incendio que avanzaba a un promedio de 2 kilómetros diarios.
El incidente puso al descubierto las debilidades del gobierno para encarar este tipo emergencias, ya que carece de los equipos de extinción apropiados.
Un helicóptero de la Fuerza Aérea -no especializado en incendios forestales- ayudó a transportar agua desde el río Beni, aledaño a la zona del incendio, para aplacar las llamas.
Filemón Hinojosa, director de la Autoridad de Tierras y Bosques (ABT) de La Paz, informó que hasta octubre se registraron en Bolivia 45.325 focos, la mayoría en los meses de septiembre y octubre, cuando en las zonas rurales se prepara la tierra para la siembra.
gbh/hov
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