A Coruña.- En el mercado norteamericano las editoriales no hablan de personajes, sino de franquicias tales como Spiderman, Superman o Batman, expresión de valores anhelados por una sociedad, mientras que en Europa no encontrarían tal concentración de rascacielos por los que descolgarse ni villanos tan malvados a los que perseguir.
Tal vez por eso algunos autores participantes en el salón internacional del Cómic de A Coruña, que se celebra esta semana en la ciudad, coinciden en que Spiderman nunca podría vivir España, porque "se estrellaría si viniera a una capital española", según Carlos Pacheco, el dibujante español que ha trazado para la editorial Marvel historietas de X-Men o Los 4 Fantasticos.
La cultura de los súper héroes ha encontrado desde sus inicios su modo de expresión en Norteamérica con conceptos que funcionan en espacios y condiciones muy concretas. "Ni siquiera en todos los Estados Unidos, sólo en Nueva York", dijo Pacheco.
"Son claves y códigos que sólo funcionan allí y no se pueden extrapolar", comentó, este dibujante español que se ha consolidado en Estados Unidos trabajando para los dos gigantes del sector como Marvel y DC.
Durante casi dos décadas sus lápices han dado forma a colecciones como The Flash, Los 4 Fantásticos, X-Men, Green Lanterm, hasta dibujar una seria de Superman junto al guionista Kurt Busiek.
"Sigo sintiendo que estoy en el comienzo de algo, si no estaría muerto", dijo Pacheco, quien afirmó que procura elegir bien sus proyectos.
Añadió que necesita "constantemente estar en el borde del precipicio, no acomodarme" y que en el futuro pretende profundizar más en su faceta de guionista, un área que los europeos no han llegado a conquistar ante el proteccionismo de los editores con sus "franquicias".
"Les provoca mucho miedo", afirmó Pacheco, y señaló que por eso suelen elegir a personas de confianza para dirigir nuevas aventuras de sus superhéroes.
Pacheco reconoció sentirse afortunado y afirmó que "el mercado americano es como montar en bicicleta, si te caes ya vuelves a retomar ese rumbo".
Tras un década desastrosa debido a la homogeneización del cómic promovida por las propias editoriales, el mercado norteamericano vuelve a ser un maremagnum de tendencias.
"No hay una dirección única. Y eso creo que es bueno", comentó Pacheco, para quien, no obstante, no todo son buenas noticias y advirtió de que los beneficios de películas y vídeojuegos suponen una tentación para las editoriales, que corren el riesgo de olvidar el origen de sus propios personajes.
"La mayoría de la gente no sabe que James Bond nació en las novelas", indicó el dibujante, y puntualizó que el cine es un medio de expresión con sus propios códigos y lenguajes, de manera que al trasladar a los superhéroes a la gran pantalla sufren una modificación de su propia esencia.
"La gente que va al cine no suele ir más allá. Todo comienza y acaba en la película. Por eso Spiderman nunca podría vivir en España", concluyó.
Por Pablo López Orosa
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