¿Te da miedo volar? Probablemente seas una persona imaginativa y controladora

"El despegue y el aterrizaje eran los peores momentos, sentía la necesidad imperiosa de salir del avión. Tenía una gran sensación de inseguridad en un lugar tan cerrado y volando tan alto".

Estas palabras de Julio Gergeley, un músico profesional que durante muchos años tuvo pánico a volar, bien pueden servir para representar lo que siente un porcentaje muy alto de personas. Aproximadamente un 25% de la población mundial padece aerofobia, y un 10% no coge un avión como consecuencia de este miedo. Esto supone un problema muy serio en un mundo cada vez más conectado en el que el avión deja de ser un lujo para convertirse en una necesidad. "Tenía mucho miedo a volar" dice Gergely, "pero por motivos de trabajo no he tenía más remedio que hacerlo".

Las probabilidades de sufrir un accidente aéreo son de 1 entre 1,6 millones

Suena a tópico, pero es cierto: el avión es el medio de transporte más seguro. En 2009, las probabilidades de sufrir un accidente aéreo eran de 1 entre 1,6 millones, según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Viajar en coche es mucho más peligroso. Durante ese mismo año, en las carreteras españolas se produjeron 88.251 accidentes de tráfico con víctimas.

Pero estos datos y cifras no son suficientes para superar la aerofobia. El mejor remedio es ponerse en manos de un terapeuta o acudir un curso para perder el miedo a volar. Suelen estar ofertados por aerolíneas y escuelas de pilotos y son muy efectivos. Más del 90% de las personas que se apuntan a uno logra superar su fobia.  

El papel que juega la mente en el miedo a volar

El miedo a volar surge como consecuencia de muchos factores. Marina Blanco es una psicóloga aeronáutica que trabaja en el curso para perder el miedo a volar de la escuela de pilotos Aerolink. Explica que detrás de esta fobia puede haber "experiencias traumáticas", como le puede ocurrir a una persona que tiene una mala experiencia en un vuelo y la extrapola pensando que el resto de viajes serán iguales.

Apunta también a la "transmisión de información" como otro causante del problema. El papel que juegan los medios de comunicación en la cobertura de accidentes aéreos o de hechos como el 11-S contribuye a crear un clima de histeria hacia al transporte aéreo. Se produce entonces un proceso de contagio, de "aprendizaje modelado" según la psicóloga. El pánico a los aviones se contagia de una persona a otra.

Todos estos factores pueden hacer que una persona desarrolle un miedo irracional a volar. Para Blanco la clave para superar esta situación es controlar los "pensamientos negativos" del tipo "sé que los aviones se caen, ¿por qué no me va a pasar a mi?" o "los accidentes aéreos ocurren, puedo morir". También es muy importante saber controlar los nervios para evitar reacciones fisiológicas de ansiedad: taquicardias, sudoraciones, mareos, dolores en el pecho, etc. Para ello hay que desarrollar una "correcta respiración abdominal" y aplicar "técnicas de relajación".

Hay que entender por qué vuelan los aviones

Otro de los factores que influyen en la aerofobia es el desconocimiento. Alguien que no sabe por qué vuela un avión tiene muchas más probabilidades de desarrollar este miedo.

Javier del Campo, comandante retirado de Iberia, explica a los alumnos del curso para perder el miedo a volar de la aerolínea por qué vuelan estas máquinas. "Hay mucha gente que piensa que si un motor falla durante el despegue el avión se cae", explica del Campo en un vídeo que grabó para la web Practicopedia. "Esto no es así. El peso máximo al despegue se calcula con un motor parado y otro en funcionamiento".

Habla también de las turbulencias, un fenómeno que preocupa a un porcentaje muy elevado de personas que temen subir a un avión. "Un avión está diseñado para aguantar turbulencias muy altas. Puede aguantar la intensidad de un huracán y un 50% más".

Imaginativa y controladora, así es el perfil de la persona que tiene miedo a volar

"La gente que tiene miedo a volar tiene una gran capacidad de imaginación", dice Luisa del Campo Martín-Cobos, psicóloga que lleva 10 años tratando a personas con aerofobia en el curso de Iberia. "Están continuamente imaginando qué podría pasar si fallara algo".  Estos pensamientos negativos son muy traicioneros. Hacen que el pasajero que padece esta fobia esté todo el rato pendiente del correcto desarrollo de su vuelo, y cualquier ruido hará que piense que algo va mal.

Son también personas muy controladoras y proactivas. La psicóloga del Campo explica que "les cuesta mucho subir a un avión y dejarse llevar, se obsesionan por intentar controlar el avión".

Resumiendo, éstas son las claves para vencer el miedo a volar:

-Percatarse de que el avión es el medio de transporte más seguro y de que la probabilidad de sufrir un accidente es muy baja.

-Informarse sobre cómo y por qué vuelan los aviones.

-No intentar controlar el avión y confiar en los pilotos y en  la tripulación de vuelo, profesionales altamente cualificados.

-No dar rienda suelta a  los pensamientos negativos.

-Practicar técnicas de relajación y de respiración.

-Ponerse en manos de especialistas si fuera necesario.