Tensión en Hebrón y Jerusalén, bajo vigilancia antes de las fiestas religiosas

  • Un palestino murió y una palestina resultó herida el martes en incidentes con el ejército israelí en Cisjordania ocupada, poco antes de las grandes fiestas religiosas judía y musulmana, haciendo temer una nueva escalada tras los recientes choques en Jerusalén.

Israel desplegó a miles de policías en Jerusalén y cerró el martes los pasos de Cisjordania para evitar enfrentamientos durante la celebración del Kipur para los judíos, que será seguido del Aid al Adha musulmán.

Pero es en Hebrón y en sus alrededores, que ya fue escenario el lunes de enfrentamientos, donde la animadversión entre palestinos e israelíes era más palpable este martes.

Un joven palestino, Dia al Talamé, de 21 años, falleció por disparos del ejército israelí en la localidad cisjordana de Dura, según las fuerzas de seguridad palestinas.

En cambio, un portavoz del ejército israelí indicó a la AFP que la víctima falleció al estallar el artefacto explosivo que se disponía a lanzar contra un vehículo militar israelí. Esa versión fue corroborada a un fotógrafo de la AFP por habitantes de Dura.

Por otra parte, una mujer resultó herida en Hebrón por disparos israelíes cerca de un puesto de control israelí próximo al centro de la ciudad, indicaron testigos a la AFP.

La mujer intentó apuñalar a un soldado y el ejército la hirió de bala al repeler el ataque, indicó una fuente militar israelí. La mujer fue evacuada en una ambulancia, indicaron testigos.

Hebrón es un verdadero polvorín donde 500 colonos judíos viven, protegidos por miradores y alambradas, entre palestinos.

En Jerusalén, la tensión se centra --como ocurre a menudo-- en torno a la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del Islam y el sitio más sagrado para el judaísmo.

Este lugar fue escenario de enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí durante tres días consecutivos la semana pasada. El viernes se extendieron a varios barrios de Jerusalén Este, la parte de Jerusalén ocupada y anexionada por Israel, y a Cisjordania.

Este martes por la mañana, sin embargo, la calma reinaba en Jerusalén. En la Ciudad Vieja, los miles de policías anunciados eran mucho menos visibles que en los días precedentes.

La presencia policial se debe al delicado período que supone esta sucesión de celebraciones del Kipur (el Gran Perdón, la más solemne fiesta judía), del martes por la noche al miércoles por la noche, y del Aid Al Adha (Fiesta del sacrificio) musulmán, desde el miércoles por la tarde.

Como ocurre habitualmente en el momento de las fiestas judías, el gobierno hebreo anunció también el cierre de Cisjordania: los puntos de paso hacia Israel y Jerusalén serán cerrados durante el Kipur, salvo para los casos de emergencia humanitaria.

La Explanada está ubicada en Jerusalén Este ocupado en 1967 por Israel y anexionado, y se sitúa por tanto en el corazón del conflicto israelo-palestino. Es un símbolo intangible, sublimado por la religión, para los palestinos carentes de Estado desde hace décadas y frustrados por sus propios dirigentes.

Los judíos están autorizados a visitar la Explanada a algunas horas de la mañana, pero se les prohíbe rezar en el lugar.

Estas visitas son limitadas, pero cada año van aumentando. A los palestinos les inquieta este aumento así como la emergencia de un discurso judío aún minoritario pero cada vez más audible exigiendo no solamente el derecho de rezar en la Explanada sino también la soberanía de Israel sobre el lugar. De momento el gobierno de Benjamin Netanyahu asegura no querer modificar este statu quo.

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