Teresa rodríguez (podemos): "la mejor vacuna contra las malas prácticas internas es un proceso de revocación factible"


La eurodiputada de Podemos Teresa Rodríguez apostó por la utilización de procesos de revocación que sean factibles, ante la posible llegada de "arribistas" a su formación.
En declaraciones a Servimedia, la también militante de Izquierda Anticapitalista opinó sobre una de las últimas ampliaciones incorporadas a la propuesta ética del líder de esta formación Pablo Iglesias. En ella, establecen un "compromiso" para excluir a miembros de otros partidos a presentarse a elecciones internas para ocupar cargos de dirección.
"El foco debemos ponerlo en el cumplimiento de los principios, metodología y estrategia de Podemos. La mejor vacuna contra las malas prácticas internas y en los cargos públicos es un proceso de revocación factible y no con porcentajes imposibles. Eso es nueva política", defendió esta europarlamentaria.
En concreto, según recoge el punto donde se argumenta este asunto en la propuesta del equipo de trabajo de Iglesias, "el régimen de incompatibilidades que desarrollará el Consejo Ciudadano (a modo de Ejecutiva en otros partidos) (...) recogerá la restricción del derecho al sufragio pasivo a cargos orgánicos internos a miembros o afiliados de organizaciones políticas de ámbito estatal".
Un punto que también incluye el abstenerse de optar a cargos electos "con el objeto de representar intereses personales, económicos o políticos ajenos".
LOS "ARRIBISTAS"
"Comparto la preocupación de mis compañeros con respecto a la posible aproximación de arribistas. Sin embargo, lo que se debería establecer son mecanismos de elección y de control transparentes y democráticos basados en la práctica política de las personas, no en etiquetas que las juzguen por su origen", dijo.
A este respecto, manifestó que los arribistas "no suelen ser explícitos militantes de otras organizaciones políticas, si por algo se caracteriza un arribista es por su oportunismo, y no hay nada más oportuno para escalar peldaños en cualquier estructura que ser un martillo de herejes".
Insistió en que Podemos no quiere "poner etiquetas" a sus militantes, vengan de otra formación o se hayan adherido inicialmente a sus asambleas, ya que pensó la solución no pasa por establecer "miembros de primera y de segunda en función de su pertenencia a otros proyectos".

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