Termina en menos de una hora la primera sesión del juicio por el Yak-42

  • Zaragoza.- La primera sesión del segundo juicio civil por el accidente del Yak-42 que se estrelló en Turquía, en el que murieron 62 militares españoles en 2003 cuando regresaban de Afganistán, ha durado menos de una hora ante la ausencia del representante de la empresa Chapman Freeborn, la contratista del vuelo.

El juicio del Yak se repite desde hoy con la declaración de testigos y peritos
El juicio del Yak se repite desde hoy con la declaración de testigos y peritos

Zaragoza.- La primera sesión del segundo juicio civil por el accidente del Yak-42 que se estrelló en Turquía, en el que murieron 62 militares españoles en 2003 cuando regresaban de Afganistán, ha durado menos de una hora ante la ausencia del representante de la empresa Chapman Freeborn, la contratista del vuelo.

La expectación estaba centraba en la declaración de Russi Batliwala, el representante legal de Chapman Freeborn, pero no se ha presentado por causas que su abogado ha dicho desconocer.

Tampoco los representantes de esta empresa asistieron al primer juicio civil que se celebró en enero de 2006, en una sala de la Feria de Muestras de Zaragoza, y que fue anulado por un defecto de forma, al considerar la Audiencia Provincial de Zaragoza que Chapman Freeborn no había sido emplazada correctamente.

En la sesión de hoy, que ha comenzado con criticas de las familias y sus abogados por la falta de espacio en la sala de los juzgados de la plaza del Pilar donde se celebra, sólo han declarado, como estaba previsto, dos militares compañeros de los fallecidos y un amigo de una de las víctimas.

Al final de la breve sesión, los familiares se han mostrado indignados por al ausencia del representante de Chapman, al que han calificado como un "sinvergüenza declarado", un "impresentable", que por segunda vez "ha tomado el pelo" a la justicia española.

El juicio continuará mañana, día 2 de febrero, con los testimonios de otros militares y representantes de las empresas implicadas, a las que se pide más de 60 millones de euros en indemnizaciones.

Este juicio se celebró por primera vez en la capital aragonesa enero de 2006 y el juez Angel Dolado consideró culpables a las empresas y estableció una indemnización de unos diez millones de euros. Este juicio fue anulado por la Audiencia Provincial de Zaragoza, por lo que se repite dos años después.

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