Tráfico. Los conductores piden que los radares queden en un segundo plano en el nuevo plan de seguridad vial


Las asociaciones de conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y Real Automóvil Club de España (RACE) demandaron este miércoles que el nuevo Plan Estratégico de Seguridad Vial que prepara el Gobierno deje en un segundo plano la política de sanciones y radares para centrarse en la mejora de las carreteras, la formación de conductores y los colectivos vulnerables (peatones, ciclistas, motoristas y niños).
El subsecretario del Ministerio del Interior, Justo Zambrana, anunció esta mañana en Madrid que la Dirección General de Tráfico (DGT) espera poner en marcha antes de que concluya este año un nuevo Plan Estratégico de Seguridad Vial y abogó por una reducción en la velocidad media de circulación.
En declaraciones a Servimedia, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, subrayó que el Gobierno debería hacer un balance del anterior Plan, que concluyó en 2008. "El nuevo debe ponerse en marcha cuanto antes. Llevamos dos años como un barco sin rumbo, sin una hoja de ruta, y nos hemos convertido en meros contables de muertos y de accidentes", apuntó.
Para Arnaldo, el nuevo Plan debe centrarse en "la mejora de las infraestructuras, de la estadística de accidentes de tráfico y de la formación y educación vial, con sistemas de aprendizaje como la conducción acompañada".
Arnaldo subrayó que la DGT no debe insistir en el exceso de velocidad "porque ha bajado y el problema en España es la velocidad inadecuada, para lo cual no valen los radares".
"Según el último dato de la DGT, el exceso de velocidad sólo está presente en un 1,78% de los accidentes con víctimas en carretera y no es de las primeras cinco causas de accidentes con víctimas en nuestro país", apostilló.
Por su parte, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, consideró "un error" que el nuevo Plan Estratégico de Seguridad Vial se centre "en la velocidad y la instalación de radares".
Santa Cecilia indicó que el Plan tiene que basarse en "los usuarios vulnerables, como peatones, motoristas, ciclistas y niños" y debe recoger "el compromiso de una reducción del 50% de víctimas en un plazo de diez años".
Implicar a las ciudades y unificar la seguridad vial en "un órgano supremo integrado por interior, sanidad, infraestructuras, educación y medio ambiente" son otras de las peticiones del RACE para el Plan Estratégico de Seguridad Vial.

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