Tras los atentados, la risa contra la tristeza

  • Como un antídoto contra la inmensa tristeza provocada por los atentados de París, numerosos franceses han optado por la risa y multiplicado las bromas en las redes sociales.

En Facebook, Twitter y YouTube, las bromas, de las más inocentes a las más crueles, abundaron después de los atentados yihadistas del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos y unos 350 heridos.

"Debido al clima de terror, me sorprendo siendo suspicaz en cuanto me cruzo con un tipo que lleva capucha y un kalashnikov", ironizó @baborlefan en Twitter.

"Daesh califica en su comunicado a París de 'capital de las abominaciones y de la perversión'. La adulación no les llevará a ningún lado", tuiteó por su parte un abogado bloguero @Maitre_Eolas a sus 200.000 suscriptores.

@IamLepoy se rió de la elección del coche de los kamikazes: "el tipo alquila el último auto de su vida y elige un Polo".

Uno de los blancos preferidos, sin embargo, es Jawad Bendaoud, el hombre que prestó como "un favor" el apartamento donde se escondieron varios yihadistas en Saint-Denis, al norte de París.

Este treintañero explicó a la AFP que un amigo le pidió alojar a dos de sus amigos durante unos días". "No sabía que eran terroristas", aseguró a los medios el miércoles antes de ser detenido. Sus declaraciones fueron parodiadas sin piedad por los internautas.

"Me preguntaron si sabía hacer cócteles molotov y les dije que no era barman", le hacía decir @Zonizoz. "Efectivamente le oí hablar de granadas, pero pensé que era esa deliciosa fruta exótica", se imaginaba @Un_Idiot_Dit, en un mensaje compartido más de 5.000 veces.

Casi 20.000 personas se apuntaron para una "fiesta de pijamas" en el apartamento de Bendaoud.

Los humoristas, por su parte, volvieron a los escenarios para tratar de animar a un público menos numeroso desde la matanza, a veces adaptando sus "sketches".

"Somos soldados del humor. Tratamos de dar un poco de felicidad a la gente, de cambiarles las ideas en este difícil periodo", dijo la humorista Anne Roumanoff, que el jueves retomó su espectáculo "Aimons-nous les uns les autres" (Amémonos los unos a los otros).

La noche de los atentados estuvo dos horas confinada al final de su espectáculo con cientos de espectadores en este teatro del barrio de la plaza de la República cercano al lugar de los atentados, antes de ser evacuada.

La humorista anuló las dos funciones siguientes. "No me sentía capaz", dijo a la AFP.

Pero el jueves volvió a subirse al escenario, y se declaró "sorprendida de las risas del público" y del "fervor" de la sala. "La gente sabe por qué está aquí y está orgullosa de estar aquí", dijo.

Los acontecimientos la llevaron sin embargo a cambiar un poco el guión. "En un 'sketch' me burlaba de los servicios de inteligencia franceses, lo corté porque pensaba que era indecente bromear sobre esto", contó.

En el teatro Deux-Anes del barrio de Pigalle, una obra satírica sobre la vida política continuó al día siguiente de los atentados, también con algún ajuste.

"Quitamos todo lo que podía parecer desplazado en relación con las víctimas", explicó a la AFP el director del teatro, citando entre otros un número sobre el atentado frustrado contra un tren Thalys en agosto pasado.

Retomar el espectáculo no ha sido sencillo, según el compositor de las letras.

"Les explicamos a los espectadores que no bajábamos los brazos y que su presencia era nuestro mejor aliento", dijo. "Creo que tenemos un papel de terapeuta a través de nuestro enfoque humorístico".

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