Un 63 % ve la adicción a los tranquilizantes como cosa de mujeres

Ana Lumbreras

Logroño, 13 sep.- Un 63 por ciento de los españoles considera que la adicción a los tranquilizantes "es cosa de mujeres", mientras que el 45 por ciento cree que los hombres son más propensos a convertirse en adictos al alcohol, según la primera encuesta que relaciona el género con las adicciones.

El portavoz nacional de la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), José Luis Rabadán, ha informado a Efe de las conclusiones de esta encuesta y ha reivindicado, a la vista de los mismos y del trabajo de campo de esta organización, que se apliquen medidas de discriminación positiva y de género para facilitar el acceso a tratamientos de desintoxicación a mujeres adictas al consumo de drogas.

Rabadán ha reconocido que tanto hombres como mujeres consumen drogas, pero en estas últimas tienen consecuencias diferentes y tienen muchísimas dificultades para acceder al tratamiento, a lo que se suma que, en la mayoría de los casos, las mujeres adictas o parejas de adictos sufren una importante violencia de género.

"La mujer no es tenida en cuenta en el ámbito de las adicciones y resulta imprescindible darle visibilidad, por lo que hay que incluir el género en las campañas de sensibilización, en las políticas de prevención, en las investigaciones que se realizan y en la elaboración de informes", ha subrayado.

Rabadán propone, por ejemplo, adaptar los horarios de tratamiento a las mujeres adictas para que puedan conciliar con su vida familiar y facilitar los ingresos en comunidades terapéuticas acompañadas de sus hijos.

Ha señalado que "se da la paradoja de que los centros de acogida a mujeres maltratadas no admiten a mujeres que consumen", lo que "preocupa" a la UNAD.

Los sentimientos de vergüenza, culpa y el temor a perder la custodia de los hijos predominan entre las mujeres adictas al consumo de drogas, lo que no ocurre en el caso de los hombres que consumen, según sus datos.

A ello ha sumado la necesidad de alertar sobre "la falta de visibilidad e indefensión que padecen las víctimas de violencia de género con problemas de adicciones".

Ha incidido en que "no existen protocolos adecuados para ellas, no reciben la atención necesaria, a menudo asumen la violencia como un castigo merecido por su adicción e interpretan que la pareja es agresiva con ellas porque toman drogas" y, por lo general, "las mujeres que sufren violencia y son drogodependientes no denuncian a sus parejas".

Esta realidad que constatan en el día a día las organizaciones que trabajan en el mundo de las drogodependencias y adicciones se ha reflejado en la encuesta encargada por UNAD el pasado mes de julio, que es la primera, según sus datos, que relaciona el género y los problemas de adicciones.

Rabadán ha explicado que esta encuesta, basada en una muestra de 600 entrevistas representativas de la sociedad española a mayores de 18 años, revela cuál es la actual percepción de los ciudadanos sobre las drogas y las adicciones, que "se acerca bastante a la realidad".

Según esta encuesta, un 63 % de la población cree que es más fácil que sean las mujeres quienes sucumban a la adicción a los tranquilizantes, mientras que un 45 % tiene la impresión de que la adicción al alcohol se da más entre los hombres.

Seis de cada diez jóvenes comparten esta percepción, mientras que los mayores de 55 años creen que la adicción al alcohol se da por igual entre hombres y mujeres.

El porcentaje de respuestas que entiende la adicción a los tranquilizantes como una adicción eminentemente femenina aumenta hasta el 72 por ciento entre las propias mujeres.

Respecto al tabaco, un 43 por ciento opina que es una adicción que afecta de igual modo a hombres y mujeres.

Ocho de cada diez personas encuestadas creen que el inicio al consumo de cocaína y marihuana se produce a edades más tempranas y "sorprende" que la mitad de la población española piense que eso mismo pasa con la heroína.

Rabadán ha señalado que los datos de UNAD indican que se está produciendo una "discreta" disminución en la edad de inicio de consumo, que ha fijado entre los 15 y 16 años en el caso del tabaco y el alcohol, de los 16 en el cannabis, de los 17 en la cocaína y de los 18 en la heroína. EFE

alg-lss/agc