Un año después de los disturbios, aún quedan 140.000 desplazados en Birmania

  • Un año después de los disturbios que enfrentaron a budistas y musulmanes en el Estado birmano de Rakhine, 140.000 personas aún están desplazadas, informó hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Ginebra, 7 jun.- Un año después de los disturbios que enfrentaron a budistas y musulmanes en el Estado birmano de Rakhine, 140.000 personas aún están desplazadas, informó hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

"La primera oleada de violencia comenzó en el norte de Rakhine el 8 de junio de 2012 y unas 75.000 personas se desplazaron en el interior de este Estado. Otras 36.000 personas lo hicieron tras una segunda oleada de disturbios el pasado mes de octubre", expresó en rueda de prensa el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.

El representante de la agencia explicó que el ACNUR está preparado para dar asistencia al Gobierno de Birmania con apoyo técnico para registrar a todos los desplazados internos y promover la reconciliación de forma que puedan producirse retornos voluntarios.

Edwards agregó que muchos de estos desplazados, a pesar de no estar afectados directamente por la violencia, se han visto obligados a abandonar sus casas para buscar ayuda o tras perder su medio de vida.

ACNUR afirmó que en el último año han construido alojamientos, adicionales a los proporcionados por el Gobierno, para unos 45.000 desplazados.

"Más refugios están siendo construidos por la agencia para otras 25.000 personas en los municipios de Pauktaw y Myebon, que son vulnerables a las inundaciones durante la estación lluviosa", añadió Edwards.

En relación a la situación de los menores desplazados, alertó de que muchos de ellos no han asistido al colegio en el último año.

Por otro lado, la agencia humanitaria advirtió de que unas 13.000 personas viven en alojamientos improvisados en los alrededores de Sittwe, capital de Rakhine, y otras 2.800 en Maungdaw, pero estos dos grupos no están considerados como desplazados internos y, por tanto, "no han recibido ayuda de forma sistemática".

Asimismo, Edwards señaló que también deberían tomarse medidas de forma activa para detener la salida de personas desde el Estado de Rakhine.

"Desde el pasado mes de junio, más de 27.000 personas -la mayoría se cree originarias de Rakhine- han emprendido peligrosos viajes en barco desde la bahía de Bengala en busca de seguridad y estabilidad en otros países. Muchos han muerto en el intento, algunos han sido enviados de vuelta y otros han sido detenidos al llegar al sudeste asiático", dijo.

ACNUR hizo un llamamiento a los gobiernos vecinos para mantener sus fronteras abiertas a estas personas que necesitan protección internacional.

De forma paralela, la agencia reclamó a las autoridades birmanas que trate de manera urgente las raíces del conflicto.

Edwards expresó que el llamamiento humanitario para Birmania es de 60,4 millones de euros, de los que hasta la fecha sólo se han recibido el 18 por ciento.

Mostrar comentarios