Mike Hubbert, conductor de autobús de la ciudad tejana de San Antonio va por un barrio residencial bien entrada la noche, cuando ve que algo se mueve en medio de la calzada.“Parecía un perro o algo moviéndose”, explica el conductor del autobús a la cadena estadounidense MSNBC. Pero es un bebé, sentado en mitad de la calzada de una calle residencial.
Vestido únicamente con un pañal, estaba completamente solo, aunque aparentemente tranquilo. “Me quedé realmente chocado”, asegura Hubbert, que se bajó del autobús para ver qué hacer. Unos segundos después aparece un señor desde el interior de la casa de al lado, al que la MSNBC describe como su padre, y se lo lleva sin mediar palabra con el conductor, que vuelve al autobús para proseguir su ruta.
El bebé era una niña llamada Destiny Florence, según la cadena de televisión, que ha hablado con su madre, Catherine Gonzales, que asegura “teníamos la puerta abierta, pero hay una puerta tipo pantalla [adicional] y tenía puesto el cerrojo... quizá no lo puse bien del todo”, se justifica la mujer ante la cámara, aún confusa sin entender qué pudo pasar. “Fue una accidente, nada más”, añade la mujer entre sollozos.
El error puede costarle a Gonzales la custodia de su hija Destiny y sus dos hermanas, algo que las autoridades decidirán en las próximas semanas según las mismas fuentes.
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