Un "encantador de gorilas" supervisará un próximo nacimiento en Cabárceno

  • Cuatro ojos ven más que dos, más si éstos son expertos, y así lo entienden en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), donde incorporarán a un cuidador externo, con dilatada experiencia con gorilas, para supervisar el próximo nacimiento que acogerá el centro.

Luis Hernando Vaquero

Cabárceno (Cantabria), 16 dic.- Cuatro ojos ven más que dos, más si éstos son expertos, y así lo entienden en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), donde incorporarán a un cuidador externo, con dilatada experiencia con gorilas, para supervisar el próximo nacimiento que acogerá el centro.

Así lo anuncia, en una entrevista con Efe, el jefe del servicio de veterinarios del Parque, Santiago Borragán, quien adelanta que ese experto procede de otra institución de reconocido prestigio en la que han nacido más de veinte gorilas.

Por segunda vez, en sus casi 23 años de historia, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno acogerá el nacimiento de un gorila y sus responsables quieren evitar que ocurra lo mismo que en la primera experiencia.

En aquella ocasión, en abril de este año, la joven hembra Chelewa, madre primeriza, parió sin problemas a un pequeño gorila, pero su inexperiencia provocó que la cría muriera a los doce días como consecuencia de un fatídico accidente.

Los gorilas viven como familias estructuradas y el "handicap" de Cabárceno es que en su actual grupo, formado por el macho dominante, Nicky, y las hembras Nadia, Chelewa y Moja, no existe la figura de esa hembra que haría las veces de "abuela" para ayudar y guiar al resto.

Ésta no es una situación que se haya creado "a propósito, por mala gestión o falta de planificación", matiza Borragán, que recuerda que el EEP (programa europeo de especies en peligro de extinción) les envío, en 2010, desde Basilea (Suiza), a Chelewa y a su madre Wima, "con el fin de que ésta última hiciese de ejemplo para el resto de hembras".

"Desafortunadamente Wima vino con un problema en el hígado, que no se había detectado en Basilea, y que hizo que cuando llegó aquí muriera a los tres meses. La necrosis demostró que fue un problema crónico con el que no se podía hacer nada", aclara Borragán.

En esta ocasión, la embarazada es otra madre primeriza, Moja, que acaba de cumplir 8 años y si todo sale según lo previsto dará a luz el próximo mes de marzo.

De momento habrá que esperar unos meses para ver qué sucede y ni siquiera se sabe si la cría será macho o hembra porque no se ha querido practicar ninguna ecografía para que ni la madre ni el feto corran ningún riesgo.

En cualquier caso, lo único claro es que cuando nazca, si todo sale bien, el nuevo gorila no permanecerá mucho tiempo en el Parque pues la obligación de instituciones como Cabárceno es colaborar con otras para intentar aumentar la población de gorilas en cautividad.

"Al igual que todos los zoológicos que tienen gorilas, nuestra obligación es aumentar la población en cautividad para, en un futuro, que Dios quiera sea muy lejano, repoblar África, porque la previsión es que los gorilas van a desaparecer allí", lamenta Borragán.

El responsable del servicio veterinario de Cabárceno se muestra optimista de cara al futuro porque la instalación con la que cuentan presenta unas características "físicas y, sobre todo, psicológicas" que la hacen "ser más avanzada y estar pensada para poder reintroducir los animales" en su hábitat natural.

El hecho de que el recinto de gorilas del Parque de la Naturaleza de Cabárceno sea así responde, por un lado, a la sugerencia que les trasladó el EEP de gorilas y, por otro, a que en el Parque han sabido absorber la experiencia de otras instituciones.

"No es porque nosotros seamos mejores que nadie, pero somos la última institución en hacer un recinto para gorilas y hemos aprovechado y plasmado todo lo que los demás zoológicos sabían para que la especie vaya a mejor", recalca Santiago Borragán. EFE

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