Un gesto todo corazón: tienen una hija 'sin rostro' y adoptan otra para ser su familia

    • Juliana tiene 12 años y nació con la enfermedad rara delsíndrome de Treacher Collins.
    • Sus padres han adoptado en Ucrania a Danica, otra pequeña de su misma edad y con la misma dolencia.
Hermanas Wetmore (Youtube Usa Today)
Hermanas Wetmore (Youtube Usa Today)

La historia de esta familia de Texas, en EE.UU. es conmovedora.Thom y Tami Wetmore son padres cinco hijos y la mayor,Juliana, de 12 añosnació con una enfermedad rara denominada síndrome de Treacher Collins.

Se trata de una afección hereditaria, que se da en uno de cada 50.000 niños, y que lleva a tener problemas con la estructura de la cara (malformaciones, sordera, vello del cuero cabelludo hasta las mejillas, etc). Por este motivo, muchos medios y médicos se refieren a Juliana como 'la niña que nació sin rostro'.

Ser vigilado por un cirujano plástico es muy importante, debido a que los niños con esta afección pueden necesitar una serie de operaciones para corregir los defectos congénitos. Con la cirugíase puede corregir el mentón retraído y otros cambios en la estructura de la cara.

Juliana ha sido sometida, en sus pocos años de vida,a más de 45 de operacionesy siempre ha contado con el apoyo incondicional de su familia.

Por eso, cuandoThom y Tami Wetmore se enteraron de que otra pequeña de 12 años tenía el mismo problema y vivía al otro lado del charco, quisieron conocer su historia y decidieron adoptarla.

Bienvenida, Danica

La familia Wetmorese enteró de la existencia de Danica, una niña que vivía desde hacía seis años y medio en un orfanato en Ucrania y sufría la misma enfermedad que su hija mayor.

La pareja no se lo pensó dos veces y decidió viajar a conocerla e instantáneamente quisieronadoptarla. Danica también nació con Síndrome de Treacher-Collins, aunque su problema facial es menos grave, pero comparte la sordera de su nueva hermana.


Ahora, Juliana y Danica no sólo se han convertido en familia, en hermanas, sino también en las mejores amigas que podrían tener.

Juegan, ríen y se relacionan como cualquier otras niñas de su edad con sus hermanos y resto de amigos.

"En cuanto vimos a Danica, en mi corazón, en mi espítitu supe que tenía que ir a buscar a mi 'hija'", ha confesado el padre.

Una historia conmovedora que ha dado la vuelta al mundo.

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