Un joven de 18 años es agredido brutalmente en el Metro de Madrid

  • El agresor golpea al joven que iba sentado en un vagón del metro, propinándole varias patadas en la cara y puñetazos, hasta que dos policías de paisano que viajaban en el metro lograron separarle de su víctima.

Un joven de 18 años ha denunciado judicialmente una brutal agresión, que sufrió cuando viajaba en un tren de Metro Madrid a la altura de la estación de Delicias, recibida por parte de otro hombre que dijo ser "antifascista" ante los polícias de paisano que detuvieron la agresión, según las imágenes de Metro.

La víctima volvía desde su trabajo en metro sobre las 21.20 horas del pasado 12 de marzo, cuando sin mediar palabra, otro joven, que responde a las iniciales R.B.A., presuntamente le agredió con varias patadas en la cara y puñetazos. Como consecuencia de las agresiones, la víctima estuvo dos semanas de baja con una lesión en el ojo derecho, para lo que necesitó tratamiento oftalmológico.

En las imágenes de Metro se ve cómo el agresor pasa por delante del agredido que, sentado, retira un poco las piernas para dejarle pasar. A continuación, el agresor tira su mochila en un rincón y, sin mediar palabra, propina una patada en la cara al agredido. A partir de ahí, le lanza múltiples puñetazos y otra patada sin que la víctima pueda defenderse.

Todo termina cuando intervienen dos policías de paisano que estaban por casualidad en el vagón. Durante toda la agresión, las personas que estaban a su alrededor apenas salen de su asombro y sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor, así como varios pasajeros que se alejan de esa zona del vagón.

Según recuerdan los propios familiares de la víctima, el agresor se identificó ante la Policía como "antifascista". Por su parte, la víctima asegura que su agresor sólo repetía que cuando "ve a un fascista le pega". En este sentido, el joven que recibió la paliza sostiene que no tiene ninguna relación con la política o grupo de ningún tipo.

Tal y como recoge la denuncia hecha en el Hospital 12 de Octubre, donde fue atendido el joven y pasó una noche ingresado, el propio agredido declaró que sólo había coincidido con su agresor "en el transporte público en sus desplazamientos del trabajo".

"Nos hemos sentado al lado en la marquesina algunos días y nunca me dijo nada. No lo entiendo", repite. Después de 10 días en prisión, el agresor salió en libertad provisional con una orden de alejamiento de 500 metros, aunque el agresor sigue coincidiendo en el transporte público con su víctima.

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