Un nuevo gen que ayuda a entender la metástasis

  • Antonio Martín.

Antonio Martín.

Alicante, 13 mar.- El hallazgo de un nuevo gen que acompaña a las células móviles tumorales en su desplazamiento por el organismo ayuda a los científicos a entender el hasta hoy desconocido proceso de la iniciación de la metástasis, responsable de nueve de cada diez muertes por cáncer.

Este gen, conocido por su papel durante el desarrollo embrionario y componente novedoso en el cáncer, se denomina "Prrx1", y ha sido caracterizado por un equipo dirigido por la Premio Jaime I 2009 Ángela Nieto en el Laboratorio de Fisiopatología de los Movimientos Celulares del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH).

Con fondos nacionales exclusivamente del Plan Nacional I+D+i y de los programas Consolider y Prometeo, Nieto ha relatado a Efe que lleva años tratando de describir los mecanismos que dan origen a la metástasis a partir del movimiento de las células tumorales (lo que se conoce como "transición epitelio-mesenquimal" o TEM), que se desprenden del carcinoma inicial y que provocan el desarrollo del cáncer en otra parte del cuerpo con resultados a menudo mortales.

El avance acaba de ser publicado en la revista científica internacional más prestigiosa en este ámbito, "Cancer Cell", y también ha sido objeto de interés en "Nature", que lo califica de "emocionante capítulo en la comprensión de la metástasis", y de "Science", que ha pedido material para hacer referencia en breve.

A partir del conocimiento de que las células tumorales "viajeras" portan un gen llamado "snail" (caracol en inglés), el equipo de Nieto ha descubierto el "componente adicional" del "Prrx1" que, igual que el anterior, conllevan movilidad.

Sin embargo, el "Prrx1" tiene el añadido de que, cuando se apaga, la célula deja de moverse y pasa a activar unas propiedades similares a las de las células madre que los expertos consideran "iniciadoras de tumores y que hacen que aún sea más eficiente la formación de la metástasis".

Premio Jaime I de Investigación Básica en 2009 por sus aportaciones en el movimiento celular en la etapa embrionaria y sus conexiones con enfermedades humanas, Nieto ha apuntado que ahora el reto es determinar cuáles son las señales que hacen "apagar" estos nuevos genes (lo que a su vez crea las metástasis), con el fin de diseñar una terapia específica que impida este proceso sin otros efectos secundarios.

Hasta ahora se pensaba que bloqueando el movimiento celular se reduciría el riesgo de metástasis, una premisa que podría ser correcta si no hubiera desprendimiento celular del tumor primario, pero los últimos estudios constatan que las primeras células cancerosas salen del carcinoma mucho antes, incluso previamente a que haya capacidad real para detectar el cáncer.

Por ello, bloquear el movimiento cuando la realidad es que las células ya circulan sólo consigue el efecto contrario al deseado y favorece la aparición de metástasis.

Según Nieto, hay que "pensar completamente distinto a cómo se hacía hasta antes de este trabajo" de cara a un futuro tratamiento, en el sentido de hay que evitar atacar esa movilidad de las células tumorales (TEM) dado que es imposible evitar que ya estén circulando en un paciente con cáncer y, además, porque mientras estén desplazándose "no son peligrosas".

Junto a Nieto han participado los cinco últimos años en este trabajo Óscar Ocaña, Rebeca Córcoles, Sonia Vega, Hervé Acloque (actualmente en Toulouse) y Alejandro Barrallo (ahora en Barcelona), y han colaborado también investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas del CSIC, la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, en Barcelona.

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