Un padre y su hijo discapacitado harán en triciclo el camino de Santiago

  • Javier Luque y su hijo Antonio, de 13 años, con un 85 por ciento de discapacidad, entrenan duro para superar desde el 24 de junio los 800 kilómetros del camino a Santiago de Compostela, que recorrerán en un triciclo especial para potenciar los estímulos que le genera al niño el medio natural.

Juan Javier Ríos

Córdoba, 2 jun.- Javier Luque y su hijo Antonio, de 13 años, con un 85 por ciento de discapacidad, entrenan duro para superar desde el 24 de junio los 800 kilómetros del camino a Santiago de Compostela, que recorrerán en un triciclo especial para potenciar los estímulos que le genera al niño el medio natural.

Con unos ojos claros, radiantes de ilusión, y sonrisas continuas desde su silla de ruedas, Antonio afronta una jornada más un entrenamiento junto a su padre por la sierra de Córdoba.

Los futuros peregrinos reciben a Efe en el punto de partida, la avenida de Las Ollerías, junto a la Torre de la Malmuerta, y, mientras Antonio sonríe al ver a su padre pulsar la bocina con forma de búho, éste acopla la silla de ruedas a la bici y relata los pormenores del proyecto "Discamino".

El reto será recorrer, saliendo desde Roncesvalles, el camino francés en el triciclo y en quince etapas a una media de cincuenta kilómetros cada una, pasando por ciudades como Pamplona, Logroño, Burgos o León y llegar el 8 de julio a Santiago de Compostela.

Esta prueba de superación la compartirán junto a dos vigueses, Javier Pitillas, que guiará en un tándem a Gerardo, un hombre sordociego, de 31 años, que ya cuenta con experiencia previa en este tipo de pruebas.

Para que nada caiga en el olvido, las pedaladas y el sentir reflejado en las caras de estos dos discapacitados quedarán grabadas en el documental "El desorden de los sentidos" de la asociación cultural "La Maleta".

Un equipo humano de once personas se encargará del rodaje con el deseo de elaborar un cortometraje que será presentado en festivales nacionales e internacionales y un largometraje con el fin de ser difundido en televisión.

En palabras de la coordinadora de Producción de "La Maleta", Irene Hens, el trabajo cinematográfico tratará de reflejar la percepción que Antonio y Gerardo tienen del medio, cómo interactúan y cómo pueden suplir sus carencias con los estímulos que percibirán.

El mensaje que pretenden transmitir, según Luque, va dirigido a personas y familiares de discapacitados para decirles "que es posible" hacer ese tipo de actividades y que "no hay que añadir limitaciones a las limitaciones que tienen en el día a día".

Para llevar este mensaje por el camino francés, Javier Luque se somete a un duro entrenamiento que comenzó en octubre pasado con sesiones diarias de gimnasio y salidas a rodar con su hijo los fines de semana para estar preparado físicamente.

Por un lado Antonio, con vista y oído pero sin capacidad para procesar estímulos, y por otro Gerardo, con su capacidad cognitiva intacta pero aislado de su entorno por la sordoceguera, componen este puzzle de percepciones que dan un nuevo sentido al Camino de Santiago. EFE

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