Un religioso episcopaliano critica la postura de Iglesia con los homosexuales

  • El obispo episcopaliano John Shelby Spong ha advertido hoy que la Iglesia "se arrepentirá y se sentirá mal algún día" por su comportamiento con la comunidad homosexual.

Madrid, 22 oct.- El obispo episcopaliano John Shelby Spong ha advertido hoy que la Iglesia "se arrepentirá y se sentirá mal algún día" por su comportamiento con la comunidad homosexual.

Así lo ha asegurado esta mañana este teólogo, obispo de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, en una rueda de prensa en la que ha defendido la plena igualdad de todas las personas, mujeres, personas de color, lesbianas, gais, bisexuales o transexuales, ya sea dentro o fuera de la iglesia.

Spong, miembro del "Seminario de Jesús", un grupo de unos 200 estudiosos de todo el mundo sobre la Biblia y el Nuevo Testamento, participará esta tarde en la V Jornada de Filosofía Clásica sobre la igualdad, la dignidad y la libertad de los homosexuales.

El que fue obispo de Newark durante 24 años cree que sólo un 16% de las palabras que se le atribuyen a Jesús en la Biblia fueron pronunciadas literalmente por él y que el resto son interpretaciones de la Iglesia ya que transcurrió mucho tiempo hasta que fue escrita.

En concreto, pasaron 42 años, "dos o tres generaciones después de la muerte de Jesús, con lo que su vida fue pasando de memoria en memoria por vía oral".

"Jesús nunca hablo del tema de la homosexualidad, sino del oprimido. Nunca abordó este tema", ha comentado Spong, quien ha subrayado que las primeras menciones directas a esta cuestión en el Nuevo Testamento las hizo San Pablo en Romanos I.

Así escribe: "Cuando los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión".

Para Spong, Pablo fue "un hombre reprimido, que se odió así mismo, que tenía una guerra con su cuerpo y su mente" y que, según se ha sugerido, tenía "una espina clavada en su carne: que él era gai e incapaz de admitirlo"

"Ser homosexual no es una cosa mala, es solo diferente, como la gente que es zurda, calva, con ojos azules. Es diferente pero no malo", según este religioso, quien admite que hasta los 44 años pensaba que "era una cosa malvada".

Una opinión que cambió tras trabajar con doctores especializados en orientación sexual durante seis meses y que le llevó ya en 1987 a defender que ser homosexual no excluía para ser cura, un debate que resultó muy controvertido y por el que ha recibido numerosas amenazas de muerte.

Mostrar comentarios