Un soldador iraquí se convierte en especialista en construcción de cruces

  • Medina del Campo (Valladolid).- El soldador Faruk Hussein, musulmán chií iraquí, se ha convertido en especialista en la construcción de cruces metálicas para templos e instalaciones cristianas.

Un soldador iraquí se convierte en especialista en construcción de cruces
Un soldador iraquí se convierte en especialista en construcción de cruces

Medina del Campo (Valladolid).- El soldador Faruk Hussein, musulmán chií iraquí, se ha convertido en especialista en la construcción de cruces metálicas para templos e instalaciones cristianas.

La habilidad con las cruces de Faruk Hussein, de 56 años y asentado en Valladolid desde 1981, le ha convertido en uno de los colaboradores más activos de la Junta de Semana Santa medinense.

Hussein trabaja como monitor del taller de empleo de Medina del Campo desde hace dos años y, se ha sentido "tan bien acogido y tan privilegiado" en la localidad, que ahora ya es "un medinense más", y ha querido contribuir con su arte al fervor religioso que se vive en el municipio, sobre todo, durante la Semana Santa que acaba de concluir.

El único iraquí empadronado en Medina del Campo, ha construido, entre otras piezas, una cruz en forja metálica para la ermita de San Roque, una cruz de forja y madera para la entrada del Castillo de la Mota y ha reparado la cruz de la Colegiata de San Antolín, mediante técnicas de carpintería metálica.

"Fui yo el que se ofreció a ayudarles de forma altruista, porque me gusta mucho mi trabajo y además siento un profundo respeto por la cruz y por Jesucristo, aunque mi religión es vivir y dejar vivir, porque he leído los tres libros sagrados -Biblia, Corán y Tora- y todos dicen lo mismo", explica a Efe.

"Está claro que, si bien cada uno lo llama de una forma, todos tienen en común que hay un ser superior, que no hay que matar, que hay que hacer el bien, pero el problema es la interpretación que algunos dan a las palabras y, en el caso concreto de Iraq, hay tantas secciones dentro de la religión que están desgastando al pueblo", matiza.

Además, en el caso de Faruk Hussein, si bien procede de una familia "muy religiosa", siempre ha tenido amigos "de todas las ideologías" y jamás se ha sentido "superior" a nadie, sino que tuvo "una mentalidad muy abierta" y desde el principio rechazó el hecho de que las mujeres tuvieran que cubrirse el rostro o que hubiera ciudadanos de primera, segunda y tercera clase.

Sobre la época de Sadam Hussein recalca que "el que trabajaba contra el gobierno era condenado a pena de muerte y abandonar el país en tiempos de guerra era traición".

"Por ello -dice- me convertí en un refugiado político y entré en España con un pasaporte falso egipcio, para huir de tanta guerra, tanta sangre derramada entre hermanos y tanta miseria".

Faruk Hussein afirma ser "descendiente" de Almanzor, caudillo del califato de Córdoba, y señala que por eso una de las primeras cosas que hizo cuando llegó a España fue visitar la Alhambra de Granada y ver la figura de cera de su antepasado en el Museo de Cera de Madrid.

"España ha vivido 854 años de cultura árabe y es muy triste que sólo se recuerden los aspectos malos y no se tengan en cuenta las cosas buenas que dejaron. Ahora los árabes son considerados terroristas y la gente sospecha de uno a la primera de cambio cuando descubren tu nacionalidad", lamenta.

Pero Faruk Hussein no sólo ha sabido adaptarse a otra cultura y otra religión, sino que hora es un activo colaborador de la Junta de Semana Santa de Medina, papel con el que está "encantado".

"Entiendo el fervor que se vive en España durante la Semana Santa, porque es una historia parecida a la árabe, de traiciones, tristeza, pena y sangre, en este caso, para ver quién sucedía a Mahoma", comenta Faruk Hussein, un chiíta que "no" puede "volver a su país" porque forma parte de un pasado que quiere olvidar.

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