Una concentración de moteros para celebrar la llegada de la primavera a Sofía

Vladislav Punchev

Sofía.- Ni homenajes a las primeras golondrinas ni festejos por las primeras flores: la capital búlgara celebró hoy la llegada de la primavera con el rugido de miles de motores, el estruendo de la música rock y mucha cerveza, en lo que fue una multitudinaria concentración de moteros.

Más de 7.000 motocicletas y ciclomotores de diferentes modelos y tamaños ocuparon hoy las calles de Sofía en un desfile que se ha convertido ya en la forma que tiene la capital búlgara de recibir al mes de las flores.

Los participantes se concentraron en la céntrica plaza frente a la catedral San Alexander Nevski, donde la reunión adquirió tintes religiosos.

Un sacerdote ortodoxo ofició una misa bendiciendo a los motoristas, deseándoles más seguridad en la carretera, menos accidentes y pocas averías, y esparciendo agua bendita sobre una moto deportiva.

Que Dios proteja a "esta gente buena y con intenciones buenas" durante sus viajes y que los demás automovilistas sean tolerantes y atentos hacia los motoristas, fue el mensaje que lanzó el religioso ante los amantes de la gran cilindrada.

El rezo hizo a casi todos los participantes de esta fiesta, muchos de ellos vestidos de roqueros, acercarse a recibir unas gotas de agua benita sobre su cabeza y besar un crucifijo dorado en manos del religioso, que no cesó de dar consejo, tanto espiritual como técnico, sobre los modos seguros de conducir.

Con la bendición terminada, los participantes dieron comienzo al desfile, donde el ambiente religioso fue sustituido por el festivo y musical, de la mano del grupo de rock que abría la marcha, tocando sobre un escenario montado sobre un remolque.

La columna de motocicletas y ciclomotores recorrió el centro de la ciudad y luego se trasladó a una explanada a la afueras de Sofía, donde se celebra cada año una feria y un mercado dedicado al mundo de la moto.

Puestos con accesorios, exhibiciones de motos, compraventa de vehículos, y todo ambientado con mucha música rock y heavy y cantidades de cerveza, son algunas de las actividades de esta cita que va ya por su tercer año y que cada vez tiene más seguidores.

"Este año, a diferencia de anteriores, hay más motoristas femeninas, a cada cuál más hermosas", precisó a Efe Iván, uno de los miembros del club roquero Atrox.

De hecho, entre los motoristas, no faltaron personas de toda edad y condición, desde chicas adolescentes a veteranos como el conocido como "el abuelo", un señor de 70 años ataviado con una chaqueta de cuero y que montaba una Harley Davidson de época.

No faltaron también familias enteras, con padres que llevaban a sus hijos de corta edad a participar en esta curiosa "fiesta de la primavera".

Y es que entre los orgullosos progenitores había quienes argumentaban que sus bebés deben acostumbrarse desde edad temprana al estruendo de los motores y al olor de la gasolina quemada.

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