Una réplica de velero árabe del siglo IX atraca en Singapur tras 5 meses de travesía

  • Kuala Lumpur.- La "Joya de Muscat", una réplica de un velero árabe del siglo IX, atracó hoy en Singapur tras una travesía de 5 meses desde el Sultanato de Omán para emular a la ruta marítima de la seda y las especias.

Una réplica de velero árabe del siglo IX atraca en Singapur tras 5 meses de travesía
Una réplica de velero árabe del siglo IX atraca en Singapur tras 5 meses de travesía

Kuala Lumpur.- La "Joya de Muscat", una réplica de un velero árabe del siglo IX, atracó hoy en Singapur tras una travesía de 5 meses desde el Sultanato de Omán para emular a la ruta marítima de la seda y las especias.

El velero, un regalo de las autoridades de Omán al Gobierno de la ciudad-estado, fue recibido por una multitud y cientos de embarcaciones en el puerto.

El "dhow", como se conoce a la nave árabe, ha emulado parte de los míticos viajes desde los países árabes hasta el Lejano Oriente que constituían una de las rutas comerciales más prósperas del mundo.

Sus 26 tripulantes han realizado una travesía complicada de cinco meses a través del Mar Índico desde que partió de Omán el pasado 16 de febrero, haciendo escala en India, Sri Lanka y Malasia antes de recalar en Singapur.

"Han aguantado los vientos de 52 nudos y olas de 6 y 8 metros durante la travesía por el Golfo de Bengala en un barco diseñado y construido con los técnicas que datan varios miles de años", afirmó el ministro de Exteriores singapurés, George Yeo, al recibir al velero.

"Ha sido un viaje épico que abre una nueva fase en la historia de la ruta marítima de la seda. Es realmente un triunfo del espíritu humano", agregó el ministro.

La embarcación, de 18 metros de eslora y 17 metros de mástil, ha sido construido de madera rematada con fibra de coco y ni un solo clavo, al estilo de la época.

Las tablas están impermeabilizadas con grasa de cabra mezclada con lima.

Constituye una réplica diseñada a partir de los datos extraídos de los restos de un "dhow" recuperado hace unos 12 años en la región indonesia de Belitung.

Toda la vida a bordo ha transcurrido lo más fielmente al modelo original, incluido el retrete, que era una caja con un agujero en el fondo, suspendida en un lateral de la embarcación.

"Al principio, ir al baño era un poco incómodo, pero con el tiempo uno se acostumbraba. Además, desde allí tenías la mejor vista de todo el barco", explicó un miembro de la tripulación.

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