Uruguay pondrá su granito de arena en carrera espacial con su primer satélite

  • Uruguay, una nación de 3,3 millones de habitantes que mezcla su tradición económica agropecuaria con una incipiente industria tecnológica, pondrá en órbita en 2014 su primer satélite para introducirse en el mercado espacial internacional y favorecer la capacitación de personal uruguayo en el sector.

Francisco Javier Lama

Montevideo, 25 may.- Uruguay, una nación de 3,3 millones de habitantes que mezcla su tradición económica agropecuaria con una incipiente industria tecnológica, pondrá en órbita en 2014 su primer satélite para introducirse en el mercado espacial internacional y favorecer la capacitación de personal uruguayo en el sector.

El satélite, bautizado como Antelsat, es un modelo de reducidas dimensiones (10x10x20 centímetros), conocido como "cubesat" y que fue desarrollado por estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Udelar) y profesionales de la empresa estatal de telecomunicaciones Antel.

La idea de crearlo surgió en 2006 en la Udelar cuando un grupo de docentes le preguntaron al profesor Juan Pechiar por qué no construir un satélite.

"No es una idea descabellada. Existen muchos precedentes de satélites desarrollados en universidades en todo el mundo", explicó a Efe Pechiar, quien coordina el proyecto desde la Udelar.

Con mucha ilusión y sin presupuesto, estudiantes de ingeniería se pusieron manos a la obra desarrollando globos sonda, un objeto que tiene muchos elementos en común con el satélite.

"El globo sonda va a más de 30.000 metros de altura, ya en la estratosfera, y lleva colgando un equipo hecho por estudiantes. Como un satélite, uno lo larga y no puede fallar, no se puede ir a 'cambiarle las pilas'. Si algo falla, tiene que sobrevivir igual", explicó.

Las pruebas con globos sonda se desarrollaron entre 2007 y 2010, como una forma de aprendizaje "de bajo costo y bastante diversión", bromeó Pechiar.

Pero el proyecto cambio definitivamente en 2010, cuando Antel lo conoce y se interesó por él. Un año después, se firmó un convenio entre la facultad y la empresa, mediante el cual Antel financia el proyecto con 695.000 dólares (unos 537.5000 euros).

El satélite pesa alrededor de dos kilos y funciona con energía solar mediante paneles.

Además, dispone de una cámara para sacar fotos en color y otra en infrarrojos con el objetivo de ver imágenes y superficies de la Tierra, en especial de Uruguay, relató el gerente de Antel y coordinador del proyecto junto a Pechiar, Enrique Maciel.

Explicó que con Antelsat se podrá obtener "información útil para la meteorología o la agronomía, saber la temperatura en superficie, la nubosidad, si una plantación está en buen estado o necesita más agua, incluso si existe peligro de incendio en alguna zona".

En septiembre, el satélite será entregado a una empresa norteamericana, quien se encargará de su puesta a punto para el lanzamiento, que "seguramente se realice el próximo año en territorio ruso", explicó Pechiar.

El satélite orbitará a alrededor de 600 kilómetros de la Tierra y se espera que siga funcionando al menos un año en el espacio.

El experto subrayó que el objetivo es crear "capacidades locales, el hecho de crear un satélite apto para vuelo significa una generación de capacidades en el país".

Como muchos otros países latinoamericanos, que cuentan desde hace años con satélites o que, como Ecuador, acaban de lanzar el primero este año o lo harán en los próximos meses, como Bolivia, Uruguay quiere que su salto al espacio tenga un efecto bumerán y sea un incentivo para mejorar su industria tecnológica.

"Estamos diseñando todo desde cero. Hay que diseñar el software para que, pase lo que pase allá arriba, el satélite siga funcionando. Y el objetivo del proyecto no es otro que crear capacidades y líneas de trabajo que trasciendan el lanzamiento del satélite", insistió.

Por su parte, Maciel expresó que el satélite "es un primer paso importante" para el inicio de una "mayor presencia uruguaya en el espacio" y para colaborar con otros países.

"Es un gran paso para entrar en la industria espacial y ser generadores de tecnología", añadió Pechiar.

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