Violentos combates en Siria el día de la entrada en vigor del alto el fuego

  • El norte de Siria era escenario de violentos combates y bombardeos este viernes, día en el que debía entrar en vigor un alto el fuego decidido hace una semana por Estados Unidos y Rusia.

Mientras el conflicto sirio está a punto de entrar en su sexto año, el emisario de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, admitió que la fecha del 25 de febrero prevista para una reanudación de las negociaciones en Ginebra entre régimen y oposición no era "realista".

En el terreno militar, las fuerzas kurdas, apoyadas por los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, avanzaban frente al grupo Estado Islámico (EI) en la provincia de Hassaké (noreste).

Al mismo tiempo, Turquía amplió sus bombardeos de artillería a varios sectores de la provincia de Alepo (norte), controlados por los kurdos sirios, a los que acusa de haber cometido el sangriento atentado del miércoles en Ankara.

En efecto, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan reafirmó este viernes a la prensa que no tenía "ninguna duda" sobre la responsabilidad de las milicias kurdas de Siria en este atentado con coche bomba que causó 28 muertos en la capital turca.

Erdogan afirmó además que en una conversación telefónica este viernes iba a advertir al presidente estadounidense Barack Obama contra el apoyo militar de Estados Unidos a los combatientes kurdos sirios, que Ankara califica de "terroristas".

Estados Unidos apoya a las fuerzas kurdas en Siria, a las que considera las más eficaces en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado islámico (EI).

La situación en las provincias sirias de Alepo y Hassaké, fronterizas con Turquía, revela la complejidad de la situación: su control se lo reparten las fuerzas kurdas (la alianza FDS con su milicia kurda YPG), las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad y los rebeldes yihadistas, entre ellos los del EI.

Los kurdos sirios, que controlan las tres cuartas partes de la frontera sirio-turca, son considerados por Turquía como aliados del movimiento kurdo independentista PKK, con el que Ankara está en guerra desde hace décadas.

En el norte de la provincia de Alepo, la artillería turca bombardeó las posiciones kurdas durante toda la noche del jueves al viernes.

"Se trata de los más violentos bombardeos" desde el inicio el 13 de febrero de la campaña militar turca contra los kurdos en esta región, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Sin embargo, las fuerzas kurdas prosiguen su avance en Hassake, donde lograron cortar dos principales vías de abastecimiento para el EI: una de ellas conduce a Mosul en Irak, y la otra a su principal feudo en Siria, Raqa.

Todo ello ocurre cuando el ruido de las armas debió teóricamente cesar este viernes, tras el llamado lanzado el 12 de febrero por el Grupo internacional de apoyo a Siria (ISSG) que agrupa a 17 países, entre ellos Rusia y Estados Unidos. El ISSG había decidido un "ceses de hostilidade" para este 19 de febrero.

En este contexto, las negociaciones entre el régimen sirio y la oposición, suspendidas el 3 de febrero, están en punto muerto.

"No puedo de forma realista convocar nuevas negociaciones en Ginebra para el 25 de febrero, pero lo haremos pronto" admitió de Mistura al diario sueco Svenska Dagbladet.

Por otra parte, la OTAN advirtió a Turquía --que forma parte de la alianza, y es feroz enemigo del régimen sirio-- que no provoque a Rusia, aliado de Asad, según el semanario alemán Spiegel.

La alianza Atlántica "no se dejará llevar a una escalada militar con Rusia en la estela de las tensiones entre Rusia y Turquía" advirtió el ministro luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn, que hablaba en nombre de sus colegas de la OTAN.

El clima de hostilidad entre ambos países data de fines de noviembre, cuando la aviación turca abatió un caza ruso cerca de la frontera siria, afirmando que el aparato había violado su espacio aéreo, cosa que Moscú desmintió.

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