Islas Carteret, otro archipiélago en situación extrema por el cambio climático

  • Oxfam dice que se trata de una avanzadilla de los 150 millones de refugiados ambientales que podría causar la subida de temperaturas.

Una mujer se sienta en un dique construido en las islas Maldivas para proteger el territorio ante la subida del mar | Reuters
Una mujer se sienta en un dique construido en las islas Maldivas para proteger el territorio ante la subida del mar | Reuters
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Anthony Paul | GlobalPost para lainformacion.com
Anthony Paul | GlobalPost para lainformacion.com

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BRISBANE, Australia – Cuando Ursula Rakova era una adolescente en las islas Carteret, un pintoresco atolón al este del archipiélago de Papúa Nueva Guinea (océano Pacífico), solía ir a pie a la escuela y a la iglesia por un camino de arena que atravesaba una próspera comunidad de productores de taro, uno de los alimentos básicos del lugar.  

Treinta años después, las plantaciones de taro en Han, la isla de Rakova, han desaparecido, devoradas por el aumento del nivel del mar. El camino también ha quedado sumergido. "Donde alguna vez caminábamos, ahora tenemos que remar en canoa", declara a GlobalPost.

3.000 kilómetros al este de las Carteret, y casi a medio camino entre Hawai y Australia, Tuvalu -12.000 habitantes- podría ser la primera comunidad del Pacífico en ser devorada por el aumento de las aguas del mar, cada vez más turbulentas.

La situación de Tuvalu es, de hecho, extrema: El agua salada y el nivel en el cual el agua potable de las capas freáticas pasa a ser salada ya amenazan el cultivo de cocos y taro. Sin embargo, según los estudios más recientes de la región, tendrán que pasar otros 1.000 años antes de que Tuvalu desaparezca. Pero podría quedar deshabitada mucho antes de eso.

Mientras tanto, los habitantes de las Carteret se preparan para un apocalipsis acuático. Las islas crean un atolón en forma de herradura (población 3.300 habitantes) con un área total de 60 hectáreas y una altura total de 1,2 metros sobre el nivel del mar. Una gran parte del pequeño terreno en el que vive la población ya ha sido arrasado por el agua.

Los isleños han sido testigos de un aumento de los casos de malaria debido al lento colapso de los cimientos volcánicos, y los árboles y cultivos de taro, coco y banana mueren debido a las tormentas cada vez más violentas.

Hace unos 20 años, cuando la situación se hizo cada vez más apremiante, sus habitantes decidieron construir muros de contención y crearon manglares para impedir el avance de las olas. "Sin embargo, ahora es cada vez más evidente que estas medidas no servirán en el largo plazo", declara Rakova.

En los seis últimos meses, unos 800 isleños han tenido que abandonar o comenzar a planificar su escape hacia zonas secas como Tinputz, en Bougainville, la isla más cercana de la zona, en Papúa Nueva Guinea (PNG). "En el 2015, tendremos que desplazar al resto, principalmente a los mayores. La mayoría de los más jóvenes ya se han ido o tienen planes de hacerlo".

Las islas Carteret, con habitantes desde hace 200 años gracias a inmigrantes de Bougainville, tienen una sociedad principalmente matriarcal: las mujeres heredan gran parte de la tierra.

Rakova, de 43 años, es una mujer de hablar pausado pero terca, graduada en la Universidad de PNG en Port Moresby (ciencias sociales y psicología). Dirige Tulele Peisa, la ONG que lidera la evacuación, y cuyo nombre significa "surfear las olas" en la lengua local. El destino de los desplazados son zonas de la costa de Bougainville ofrecidas por la Iglesia Católica.

Rakova dejó su trabajo en Oxfam hace tres años para crear Tulele Peisa. "Toda nuestra cultura está en riesgo, nuestra gente, especialmente los mayores que no se quieren ir. Pero en realidad, no hay alternativa".

Los isleños, indica Rakova, culpan a la gente de los países industrializados de lo que sucede. "No tenemos toda la explicación científica, pero estamos disgustados por los informes de que las emisiones de dióxido de carbono provocan el cambio climático".

Y no es la primera vez que el resto del mundo es la causa de los problemas de las islas Carteret. Durante la Guerra del Pacífico (1941-45) la lucha entre las fuerzas norteamericano-australianas y los invasores japoneses se tradujo en una enorme devastación.

Desaparición previa

Los isleños explican con pesar la historia de que las Carteret alguna vez fueron siete islas, pero que las bombas acabaron con una de ellas, y quedó un atolón de seis. (Algunas fuentes ajenas a las islas son más escépticas y sostienen que con el paso de los años los isleños han reducido la superficie habitable porque usan explosivos para crear nuevas zonas de pesca).

Como quiera que sea, los estudios científicos más recientes de Australia, la potencia de la región, ofrecen información poco optimista para los isleños que pretenden quedarse y seguir luchando contra el aumento del nivel del mar.

En un informe reciente, Oxfam advierte que en el 2050, 150 millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse debido al cambio climático, la mitad de ellos en la región Asia-Pacífico.

"El potencial de traslados forzosos [por el cambio climático] es particularmente preocupante para las naciones de Polinesia y Micronesia", indica el estudio. "Las zonas que están sólo unos metros por sobre el nivel del mar y las franjas de tierra de 50 a 100 metros en algunos atolones no ofrecen lugares más altos para escapar. El potencial de desplazamientos forzosos para los 8 millones de personas de las islas del Pacífico exige una solución urgente".

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