León, 12 abr.- Reale Ademar logró una victoria ante Helvetia Anaitasuna (32-26) que le afianza en la quinta plaza descartando a un posible rival, gracias a una segunda parte pletórica en la que borró a los navarros que le habían tuteado hasta el descanso.
Tras esta derrota el equipo pamplonés pondrá todos sus cinco sentidos en la Copa del Rey, en la que será el anfitrión y en la que espera ganarse su plaza en competición europea, siempre que sea capaz de estar en la final.
Tras el 0-1, sacó provecho a su buen arranque para lograr una jugosa renta de inicio (5-1, minuto 8) que obligó al técnico rival Aitor Etxaburu a solicitar un tiempo muerto que surtió efecto porque su equipo se metió de lleno en el choque, primero con el acierto de Borragán y luego con la entrada de Nadoveza y Bernatonis que aportaron más capacidad de lanzamiento.
El equipo navarro se vio favorecido por las exclusiones locales, aunque la diferencia de acierto en portería también marcó el resto de primera mitad, dominada a rachas por Ademar que, sin embargo, siempre estuvo incómodo por la pegajosa defensa de un Anaitasuna que logró llegar igualado al descanso con un buen final 13-13.
La segunda mitad comenzó como en la primera parte con ventaja visitante, aunque la conexión balcánica con Dacevic y Vejin mejoró las prestaciones ofensivas ademaristas, unido a Llamazares en portería, para colocar de nuevo una renta de tres goles (19-16, minuto 39), repitiéndose el mismo guión y, de nuevo, Etxaburu cortó el despegue local con un tiempo muerto.
En esta segunda ocasión el resultado para el conjunto de Pamplona fue diferente ante un Ademar desmelenado desde la seguridad en la portería, pasando por sabiduría de Vega para imprimir el ritmo adecuado, junto a la consistencia de Vejin y Dacevic, que no encontró igual respuesta en el Anaitasuna donde solo Borragán intentó sujetar a los suyos.
De esta manera el marcador se ensanchó de manera definitiva (26-20, minuto 50), obligando a un segundo tiempo que no detuvo la sangría que se fue hasta la máxima renta de ocho goles, reducida a cinco (28-23) a falta de el mismo número de minutos para la conclusión lo que llevó a Dani Gordo a detener el partido.
Con el partido resuelto, el público se dedicó a pedir desde las gradas la continuidad del capitán Gonzalo Carou, que después de seis temporadas en el equipo leonés, parece tener encaminado su futuro hacia Francia o Alemania, al no aceptar la oferta a la baja que plantea a toda la plantilla la directiva ademarista.
Ficha técnica:
32-Reale Ademar (13+19): Asanin (Llamazares); Carrillo (8, 5 p), Tatarintsev (4), Carou (1), Castro (3), Vejin (5), Mario López (4), Díez (-), Dacevic (4), Vega (1), Almeida (1), Piñeiro (1), Mellado (-).
26-Helvetia Anaitasuna (13+13): Capón (Santana); Gastón (1), Buldain (1), Garza (1), Chocarro (4), Borragán (5), Meoki (1), Iker Antonio (-), Montávez (-), Nadoveza (3, 2 p), Reig (2, 1 p), Etxebe (-), Bernatonis (8, 1 p).
Árbitros: García Sánchez y Rodríguez Rodríguez. Excluyeron por dos minutos a Dacevic, Castro, Mario López, Díez y Almeida por Ademar y a Borragán, Buldiain, Meoki, Extebe y Goñi por el Anaitasuna.
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 6-3, 7-6, 9-8, 12-10, 13-13 (descanso), 15-15, 20-16, 23-20, 26-20, 28-23, 32-26 (final).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Liga ASOBAL disputado en el palacio municipal de deportes de León ante unos 2.500 espectadores.
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