La Argentina de Messi, igual que la de Simeone: hubo veto a la prensa en 1998

Messi y sus compañeros de La Albiceleste salieron a rueda de prensa tras la crucial victoria ante Colombia (3-0) para anunciar que no hablarán más con la prensa. El motivo, la publicación de que el 'Pocho' Lavezzi había consumido marihuana en la concentración. Las acusaciones sobre la vida privada de los jugadores llevaron a estos mismos a vetar a los medios, pero no es la primera vez que ocurre, el capitán de la selección de 1998 Simeone, hizo lo propio.

Todo ocurrió a pocos días de comenzar el Mundial de Francia de 1998. El entrenador Daniel Alberto Passarella y la plantilla salieron a la sala de prensa para anunciar su veto.

Primero habló el técnico, que se mostró a favor de sus futbolistas, pero que aseguró que él sí continuaría dialogando con los periodistas. 

"Ellos están conscientes de que tienen que asumir la crítica del periodismo, cuando dicen que un jugador jugó mal, muy mal u horrible. Pero esto ya pasó un poco más allá de lo normal. Se han metido con la vida de los jugadores y esto es grave", sostuvo Passarella.

Los medios habían difundido el rumor de un posible caso de dopaje de Juan Sebastián Verón, lo que provocó la ira de los futbolistas. 

Esta fue la carta que leyó Diego Pablo Simeone en rueda de prensa en nombre de toda la plantilla:

"A través de nuestros familiares y amigos, sobre supuestos problemas internos dentro del plantel, hemos decidido cambiar el método de atención al periodismo. Para que haya más transparencia en las preguntas y en las respuestas, y que no dejen lugar a dudas.

Queremos señalarles que en algunos casos nos provocan preocupación, porque atacan a la moral de las personas hablar mal de un compañero, casos de doping o imposibilidad física para jugar. Y en otros, nos causan gracia las peleas internas.

Porque tenemos muy en claro que para alcanzar el éxito no hay otra forma de lograrlo que estando unidos y nosotros lo estamos, no tengan dudas. Estamos dispuestos a aceptar las críticas más duras en cuanto al rendimiento del equipo y a las individualidades, pero por favor no jueguen con las personas por una necesidad de llenar espacios, porque además del daño que ocasionan al jugador y a sus familias, perjudican la imagen de un país".