El Canelas, el equipo de ultras portugueses, vuelve a sembrar el terror en el terreno de juego

El Canelas, el club aficionado del norte de Portugal que siembra el terror en su campeonato regional, reincidió el domingo: la agresión de un árbitro por uno de sus jugadores provocó una oleada de indignación y el enfado de su Federación nacional.

Un video muy compartido en las redes sociales y por la prensa digital lusa recoge el momento: tras mostrar una tarjeta roja a Marco Gonçalves, atacante del Canelas, en un partido en Rio Tinto, el árbitro José Rodrigues recibe un violento rodillazo por parte del jugador, que le hizo caer al suelo.

La policía intervino rápidamente para controlar la situación y el árbitro, con una fractura de nariz, fue conducido a un hospital de Oporto. El partido apenas duró dos minutos.

"No recuerdo haber agredido al árbitro. Si fue así le pido perdón, a él, a su familia y al conjunto de los portugueses", declaró después del partido el jugador de 34 años.

Las disculpas no impidieron su exclusión del club de la 4ª división, que afirmó que "condena de la manera más firme la actitud irreflexiva de Marco Gonçalves, que no lucirá nunca más los colores del Canelas".

Los internautas portugueses criticaron vehementemente lo ocurrido: "actitud bárbara", "agresiones de parte de un equipo que no sabe jugar al fútbol" o "están esperando una tragedia para prohibirles" fueron algunos de los comentarios al respecto.

La Federación Portuguesa de Fútbol "condenó la agresión" del árbitro y prometió que este tipo de incidentes serán "castigados de manera ejemplar y disuasiva".

El club de las afueras de Oporto ya provocó incidentes en el pasado. Muchos de sus adversarios les acusan de ser "unos brutos y no respetar las reglas". El Canelas domina su clasificación en el campeonato regional, tras conseguir varias victorias por incomparecencia del rival, temeroso de enfrentarse a ellos.

La mayor parte de los clubes de la Asociación de Fútbol de Oporto prefirieron no medirse al Canelas y pagar la multa correspondiente de 750 euros.

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