Erika Olivera, cinco hijos y un récord olímpico de cinco maratones

La chilena Erika Olivera no pudo entrar entre las cien primeras del maratón de los Juegos de Rio-2016, pero cruzó la meta con la alegría de una campeona: acababa de fijar un nuevo récord de maratones olímpicos femeninos terminados, con cinco.

Esta madre de cinco hijos, de 40 años, tenía como misión terminar, como fuera. Si lo conseguía se iba a convertir en la primera maratoniana en finalizar en cinco citas olímpicas en la mítica distancia de 42 kilómetros.

En el pasado hubo quien disputó cinco maratones femeninos, pero nunca nadie había logrado terminarlos todos, un motivo de alegría para esta mujer luchadora que este domingo puso punto y final a una carrera de 29 años en el atletismo, desde que empezó a competir siendo apenas una niña.

"Estoy muy bien, feliz. Yo venía aquí únicamente a terminar esta carrera para poder convertirme en la primera mujer en terminar en cinco maratones olímpicos", afirmó a la AFP al término de la prueba, con una bandera de Chile y una sonrisa radiante.

"No me siento la abuela de la maratón porque yo tengo el alma joven. Soy una persona joven dentro de mi cuerpo", aseguró.

Erika Olivera debutó en los Juegos Olímpicos en Atlanta-1996 y desde entonces ha estado en todas las ediciones con una excepción, la de Pekín-2008, que se perdió por maternidad.

Es madre de cinco hijos y eso es para ella "otro maratón" y "el gran orgullo" por encima de cualquier récord.

La mejor posición lograda por Olivera en unos Juegos Olímpicos fue el 27º lugar de Sídney-2000. Un año antes se había colgado la medalla de oro en los Panamericanos de Winnipeg, en Canadá.

"La maratón ha cambiado mucho, siempre se avanza y siempre hay nuevas competidoras. Me parece muy lindo ver cómo vienen las nuevas generaciones", dice con la voz de la experiencia.

Este año, Erika Olivera dio otro de los pasos más importantes de su vida, mucho más difícil que cualquier maratón: presentó una denuncia contra su padrastro por abusos sexuales cometidos en su adolescencia.

Contó su historia a la prensa y su caso generó un cierto impacto en el país.

"Hoy es día para estar alegre y cosas bonitas", insistía Erika Olivera, que el pasado 5 de agosto ya había tenido el honor de ser la abanderada de Chile en la ceremonia de inauguración en el estadio de Maracaná.

Con su retirada, Chile pierde a una de sus deportistas más emblemáticas, que ahora quiere terminar sus estudios de Administración de Empresas y seguir acudiendo a Juegos Olímpicos pero ya como entrenadora.

Además del oro panamericano de 1999 en maratón, Erika Olivera fue bronce en esa competición en Santo Domingo-2003 y tiene en su palmarés oros en Iberoamericanos en 5.000 (Medellín-1996) y en 10.000 metros (Rio-2000).

Su mejor marca personal llegó en aquel 1999 inolvidable, cuando corrió en 2h32:23 en Rotterdam (Holanda).

En el maratón de los Juegos de Rio no fue la única chilena en participar. La otra fue Natalia Romero, otra veterana (36 años), que acabó en el puesto 123.

Erika Olivera cruzó la meta más de media hora después que la ganadora, la keniana Jemima Jelagat Sumgong, pero se convirtió por su récord y su longevidad en una de las reinas indiscutibles del carnaval olímpico este domingo en el Sambódromo de Rio de Janeiro.

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