"No nos quedaremos sentados a esperar", señaló Infantino en el marco de una visita de dos días a Catar, donde también anunció planes para la formación de un grupo especial de trabajo que controle la situación y reconoció que aún existían "muchos desafíos".
Amnistía Internacional informó de abusos en los preparativos de Catar para el Mundial en un extenso reporte divulgado hace tres semanas, basado en declaraciones de 132 trabajadores. Halló que a trabajadores de Nepal e India se les cobraba por su contratación y que vivían en condiciones miserables.
Infantino afirmó que Catar, el primer anfitrión árabe de un Mundial de fútbol, apoyó la iniciativa de la FIFA. "Agradezco mucho los esfuerzos que se están haciendo. Ahora quiero ver esos esfuerzos puestos en práctica", dijo Infantino, elegido presidente de la FIFA en febrero tras el mayor escándalo de corrupción en la historia del organismo.
"La FIFA aumentará sus esfuerzos en supervisión (...) para asegurar que se cumpla con la protección de los derechos de los trabajadores en los sitios de construcción del Mundial", continuó.
La fiscalía general de Suiza lanzó una investigación sobre la decisión de la FIFA de otorgar la organización del torneo a Catar, así como la de Rusia 2018, en una votación en diciembre del 2010 realizada en Zúrich (Suiza). Sin embargo, Infantino declaró que el Mundial no se disputará en otro lugar, y que organizar el Mundial era una oportunidad para ser un referente de condiciones justas para todos los trabajadores en Catar.
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