Los nuevos desfibriladores adquiridos al Proyecto Salvavidas son los más avanzados del mercado ya que analizan el cuerpo del paciente antes de permitir la descarga, adecuan la descarga al tamaño del paciente en potencia y, tras la misma, al realizar la Reanimación CardioPulmonar.
El desfibrilador indica tanto el punto exacto donde presionar como si las compresiones son correctas en profundidad y ritmo, mediante mensajes de voz.
En el caso de producirse una parada cardiaca, la dotación de desfibriladores con que cuenta la RFEF y su correcta instalación y señalización, así como la formación recibida por el personal, permiten una respuesta en un tiempo inferior a 4 minutos, uno de los requisitos para obtener el certificado de Espacio Cardioprotegido que otorga la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST).
Cada año fallecen en España más de 30.000 personas de paradas cardiorespiratorias fuera del ámbito hospitalario, hecho que únicamente es evitable actuando en los primeros 5 minutos con un desfibrilador y la Reanimación Cardiopulmonar, lo que hace que sea fundamental tener un desfibrilador cerca y que las personas del entorno sepan cómo manejarlo.
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