El balonmano masculino de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro arrancó este domingo y los equipos que terminaron en el podio en el último Mundial tuvieron suerte desigual: Francia y Catar, campeón y subcampeón del mundo, ganaron en su estreno, mientras que Polonia, bronce, cayó 34-32 ante el anfitrión brasileño.
Francia estuvo cerca de empezar con un tropiezo importante y pagar cara su relajación, pero pudo finalmente imponerse 25-23 a un Túnez que le puso en problemas a lo largo de toda la segunda mitad.
En el descanso, los vigentes bicampeones olímpicos dominaban 16-11, con un equipo con la mitad de titulares y la otra mitad con jugadores que acostumbran a tener menos minutos.
La situación se complicó después del descanso, tras los continuos fallos de los franceses ante el inspiradísimo arquero tunecino, Marouene Maggaiez.
Los Bleus, también actuales campeones del mundo, llegaron a fallar cinco lanzamientos desde los siete metros. El partido iba tomando un rumbo tan preocupante que el seleccionador Claude Onesta se vio obligado a contar con su equipo ideal hasta el final, para evitar una primera decepción.
Nikola Karabatic fue especialmente valioso, con cuatro tantos anotados, entre ellos el último.
El juego y el resultado poco contundente ante los norteafricanos no es tranquilizador antes del partido ante Catar, subcampeón mundial, el martes.
El equipo del emirato sí empezó con paso firme en Rio-2016, dominando 30-23 a Croacia.
"En los días antes del torneo estábamos locos por empezar. Y lo hemos hecho de la manera que queríamos. Los Juegos Olímpicos son un torneo muy largo, pero este partido nos da buenas posibilidades. Para el siguiente ante Francia nos va dar moral y motivación", comentó a la AFP una de las figuras del momento, el cubano Rafa Capote, uno de los extranjeros nacionalizados cataríes del equipo que dirige el entrenador español Valero Rivera.
En el otro partido del grupo A, Dinamarca cumplió los pronósticos y logró ganar 25-19 a los Gladiadores argentinos, que aguantaron la primera parte, antes de venirse abajo en la segunda.
Mikkel Hansen, elegido el mejor jugador del mundo el pasado año, y Lasse Svan lideraron el juego de los daneses y fueron los máximos anotadores de los suyos, con 6 dianas cada uno.
En los argentinos, la principal figura fue el joven Pablo Simonet (24 años), que hacía su debut olímpico.
"Me salieron las cosas bien, pero cuando no se cumplen los objetivos de grupo es un poco triste, no lo festejas tanto. Ojalá que las cosas me sigan saliendo en el próximo partido y que al equipo se le cumplan los objetivos", explicó el pequeño de los hermanos Simonet, autor de siete tantos y que comparte equipo olímpico en Rio con el mayor, Sebastián Simonet.
El otro hermano, Diego Simonet, lesionado en marzo en un partido de la Liga de Campeones con el Montpellier, animó a ambos desde la grada del Arena del Futuro del Parque Olímpico carioca.
En el grupo B, Polonia, tercera del último Mundial y bronce en balonmano masculino hace cuarenta años en Montreal-1976, arrancó mal, cayendo 34-32 ante el anfitrión Brasil, en la primera sorpresa del torneo.
La 'torcida' pudo celebrar en el Arena do Futuro, como en la víspera, cuando Brasil se impuso brillantemente en el inicio de la competición femenina a Noruega (31-28), actual bicampeona olímpica.
La estrella de los locales esta vez fue José Guilherme de Toledo, con siete dianas y siendo clave con su acierto en los momentos decisivos, cuando los polacos intentaban reaccionar.
"Estoy feliz con cómo ha ido el primer partido, pero sólo es un paso, nos quedan otros cuatro para completar el grupo. Serán también partidos difíciles", vaticinó el entrenador español de los brasileños, Jordi Ribera, en la conferencia de prensa posterior al partido.
En esa llave, Alemania, campeona de Europa, superó 32-29 a Suecia.
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