Ménez pierde un trozo de oreja por un pisotón y otras formas insólitas de lesionarse

El delantero francés Jérémy Ménez tuvo un desafortunado debut con su nuevo club, el Girondins de Burdeos, donde ha llegado procedente del Milan. En su primer partido con el equipo, ante el Lorient, recibió un pisotón fortuito que le hizo mucho daño.

Didier Ndong perdió el equilibrio y pisó la oreja de Jérémy Menez, que pronto empezó a sangrar. El jugador se retiró del campo para ser atendido por los médicos, que deberán decidir en las próximas horas si tiene que pasar por el quirófano.

Ndong se ha disculpado mediante un comunicado: "Ofrezco mis disculpas a Jérémy Menez y el Girondins de Burdeos por un lance del juego totalmente involuntario que ha tenido consecuencias desafortunadas. Le mando todo mi apoyo para los próximos días y espero verle muy rápidamente en la Ligue 1".Otras lesiones raras en el fútbol

Martín Palermo se rompió la tibia y el peroné al celebrar un gol junto a los aficionados del Villarreal. La valla publicitaria se vino abajo y aplastó la pierna del delantero argentino. El 'submarino' amarilla logró pasar la ronda de la Copa del Rey, pero perdió a su delantero durante varios meses.

Santi Cañizares se perdió Mundial de Fútbol de 2002 en Corea y Japón por uno de los sucesos más rocambolescos que se recuerdan en un futbolista. Durante la concentración de la selección en Jerez de la Frontera, el portero se encontraba descalzo cuando un frasco de colonia se le escapó de las manos y el portero decidió poner el pie debajo para que el bote no estallara en el suelo. El frasco se hizo añicos en su pie y le produjo un corte profundo que le mantuvo unas semanas de baja.

Paulo Diogo, jugador del Servette se agarró las vallas para celebrar un gol de su equipo con los aficionados y el festejo terminó en un infortunio. Tuvo la mala suerte de que un anillo se quedó enganchado a la valla y al saltar para bajar al césped, se arrancó el dedo anular. El árbitro le mostró la tarjeta amarilla mientras corría para ser asistido por los médicos, que no pudieron reconstruirle el dedo.

Chic Brodie podría estar considerado como el portero con peor suerte del mundo. A lo largo de su carrera deportiva, en Inglaterra en los 50 y los 60, sufrió diferentes percances y cada uno de ellos es más extraño. Primero estuvo de baja un año por el lanzamiento de una piedra que le impactó en la rodilla, después le lanzaron una granada de mano al campo y por último sufrió un fuerte golpe en la espalda cuando se colgó de un larguero y este cedió. Pero no todo quedó ahí, ya que de forma increíble sufrió el ataque de un perro durante un partido entre el Colchester y el Brentford. Ver para creer.

El paso de Ever Banega por el Valencia no será recordado por sus actuaciones en el campo, sino más bien por sus problemas extradeportivos, entre ellos, una insólita lesión. El argentino paró a repostar en una gasolinera, olvidó echar el frenó de mano y decidió meter el pie entre el vehículo y la acera para evitar que el coche sufriera daños. La consecuencia no pudo ser peor: fractura de tibia y peroné.