Pouille dice poner los pies en la tierra y Noah llama a la calma

El joven Lucas Pouille quiere mantener los pies en la tierra después de su demostración en el Abierto de Estados Unidos, pero el entrenador del equipo de Copa Davis, Yannick Noah, teme que empiecen a llamarlo como "el nuevo Dios del tenis francés".

A sus 22 años, Pouille alcanzó por segunda vez en su carrera los cuartos de final de un Grand Slam, instancia en la que cayó este martes batido por sumás fogueado compatriota Gael Monfils, con marcadores de 6-3, 6-3, 6-3.

Camino a cuartos, Pouille (25º ATP) derrotó a dos españoles mejor sembrados: Roberto Bautista (N.15) en tercera ronda, y Rafael Nadal (N.4) en octavos de final.

"Le gané a Rafa Nadal, pero no gané el torneo, no hay nada para empacar", dijo Pouille tras ser batido en toda la línea por Monfils, décimo sembrado.

"Tuve un juego muy bueno en octavos de final, pero todavía tengo mucho trabajo por delante (...) debo bajar rápidamente a la red", insistió Pouille, que con los resultados de este torneo debe subir hasta el puesto 18 del ránking de la ATP.

El joven llegó muy cansado a su encuentro con el más fogueado Monfils, luego de jugar en rondas previas un partido de cuatro sets y tres de cinco, incluido el de cuatro horas y 8 minutos contra Nadal.

"Lamento no tener la energía que me hubiera gustado" para hacer frente a Monfils, indicó.

"Tenemos que trabajar aún más duro y ser aún más fuerte físicamente. Todavía no estoy alcanzado la madurez física", añadió.

Afirmó que "cualquier jugador que hace tres juegos consecutivos en cinco sets estaría cansado, todavía hay cosas para mejorar".

El capitán del equipo de Copa Davis anunciado este martes por la mañana, el francés Yannick Noah, también se lamentó del entusiasmo en torno al fenómeno Lucas Pouille, presentado por algunos como "el nuevo Dios del tenis francés", después de su victoria ante Nadal.

"Estoy obsesionado por el hecho de que después de un partido se convierte en el Dios de tenis francés, es increíble cómo funciona", declaró.

"Es demasiado, demasiado rápido", expresó su preocupación Noah.

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