Si alguien tenía dudas de que este Sevilla estaría en la pelea por La Liga, ya se han disipado. Incluso cuando el Real Madrid ganaba 0-1, los de Sampaoli habían hecho méritos para al menos sacar un empate, que a la postre llegó de la manera más cruel para Sergio Ramos: con un gol en propia.
El tanto dio alas al Sevilla y llegó el momento de los cracks. Jovetic demostró serlo y con su segundo gol en dos partidos puso el Sánchez-Pizjuán patas arriba. La racha de 40 partidos consecutivos invicto del Madrid de Zidane finalizó ante un aspirante al título. Las espadas en todo lo alto
El himno al unísono del Sánchez-Pizjuán solo podía presagiar un partidazo. El Sevilla aprendió cómo hacer daño al Real Madrid en la Copa, pero también se dio cuenta de sus puntos débiles. Por ello, Sampaoli planteó un partido menos 'suicida' con cuatro centrales.
Zidane también movió ficha y optó por tres centrales. Varane, Ramos y Nacho eran los encargados de resguardar la retaguardia.
El plan pareció salirle bien a ambos. Los primeros 45 minutos se asimilaron más a un duelo de ajedrez que a un partido de fútbol, de no ser por la intensidad que ambos equipos imprimieron al juego.
Apoyado en un N'Zonzi imperial, el Sevilla se hizo paulatinamente con el dominio de la pelota y se acercó tímidamente a la portería de Keylor Navas.
Nasri y el Mudo Vázquez probaron suerte desde la frontal pero sus disparos no encontraron los tres palos. Sampaoli se movía de lado a lado del banquillo pensativo.
El argentino sabía que no podía estar tranquilo con una delantera formada por Cristiano Ronaldo y Benzema enfrente. El luso apareció poco, pero cuando lo hizo rozó el gol. En una primera acción remató cruzado desde dentro del área. Sergio Rico se mostró muy seguro y atajó la pelota.
Ronaldo tocó con sus dedos la gloria en el minuto 39. Benzema realizó una jugada excelsa por la izquierda dejando atrás a Mariano. El galo puso el pase atrás. Ronaldo, habituado a su nuevo rol de '9', estaba donde tenía que estar, pero inexplicablemente no contactó con el cuero lo suficiente para perforar la red.
Fue la ocasión más clara del partido. El público del Ramón Sánchez-Pizjuán vibró con las aproximaciones de su equipo, entonó una melodía de viento cada vez que Sergio Ramos tocó la pelota, y suspiró de alivio con el poco acierto de Ronaldo. Tiempo para la segunda parte con las espadas en todo los alto.Ramos empieza la remontada
Sin tregua. Así comenzó la segunda mitad. El Sevilla salió con más fuerza que el Real Madrid en busca del 1-0. Keylor Navas, que no tuvo que intervenir en exceso en la primera mitad, sacó a pasear su manopla izquierda para despejar un tiro de el Mudo Vázquez que se iba para dentro.
Las intenciones del equipo de Jorge Sampaoli eran claras. El Sevilla volvió del túnel de vestuarios con la idea de presionar a todo campo y tuvo como resultado cinco minutos de agonía blanca. No más porque el Real Madrid despertó.
Con los fallos individuales empezando a aparecer debido al paso de los minutos, Ronaldo tuvo de nuevo una ocasión para abrir el marcador. Primero centró y en el rechace disparó. En sus dos intentonas se topó siempre con Sergio Rico.
Los de Zidane crecieron en el toma y daca y pusieron en jaque la meta de Rico. De hecho, todavía se preguntan los aficionados blancos cómo Modric no marcó el 0-1 en el minuto 62.
Al croata le cayó un balón franco al borde del área pequeña tras un mal despeje de Mariano. El portero ya estaba batido pero Modric chutó demasiado alto.
El Madrid rondaba el gol, y si bien Sergio Rico había estado a la altura anteriormente, cometería un error decisivo.
Carvajal realizó un autopase perfecto hasta llegar a la línea de fondo donde fue arrollado por Rico. El colegiado señaló penalti. Una pena máxima sin discusión.
Ronaldo tenía otra oportunidad para adelantar a su equipo. Con la tensión en el ambiente, Vitolo destrozó el punto de penalti, Ronaldo le tiró el balón a al espalda y el árbitro puso paz en un estadio con el público enfurecido.
El número 7 del Real Madrid tomó aire y engañó a Sergio Rico. Era su vigésimo tercer gol al Sevilla, su víctima favorita.
El Sevilla luchó hasta el final. Sampaoli dio entrada a Jovetic y a Sarabia. La solidez del Real Madrid era casi perfecta, así que tan solo uno de sus propios hombres podría romperla.
Una fea falta de Marcelo sobre Mariano dio lugar al júbilo sevillista. Sarabia puso el centro y Sergio Ramos, en un intento de despeje desesperado, se marcó gol en su propia portería.
El partido cambió por completo a falta de cinco minutos. El Sevilla fue llevado en volandas por su público hacia la portería de Keylor Navas y la remontada llegó sobre la bocina.
Jovetic, el hombre que debutó con gol en la Copa del Rey ante el propio Real Madrid, se sacó un zapatazo que superó a Keylor Navas e hizo rugir de alegría a media Sevilla. El 2-1 llegó en el 91' y ya no se movió. El Sevilla se pone a un punto del Madrid con un partido menos y oposita a La Liga.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios