Ademar se plantea la visita a Granollers como la última "gran final"

León, 9 may.- Reale Ademar visita mañana al Fraikin Granollers con la mente puesta en lograr dos puntos que le garanticen matemáticamente, a falta de las dos últimas jornadas, la tercera plaza en la Liga ASOBAL y con ello la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones.

Por ello, el técnico Isidoro Martínez ha reconocido que afrontan el choque como "la última gran final y así hay que iniciar el partido, independientemente de que con posterioridad haya otras dos citas ante el FC Barcelona y Atlético de Madrid, porque el objetivo está en nuestras manos y hay que intentar sentenciar cuanto antes", ha declarado a Efe.

Martínez ha contado para el encuentro en tierras vallesanas con dos bajas de última hora, ambos extremos, el brasileño Felipe Borges, que sufrió en el entrenamiento de ayer una contractura en la zona de los isquiotibiales y el ruso Denis Krivoschlykov, que en los instantes finales de la sesión de esta mañana sufría un esguince de tobillo, cuyo alcance se determinará con las pruebas médicas.

De esta manera, el equipo leonés vuelve a incorporar al central Jaime González, que ya entrara en la convocatoria europea ante el Füchse de Berlín, pero que sin embargo lleva más de tres meses alejado de la actividad por una luxación en el hombro, mientras que el resto de jugadores serán los habituales con las bajas ya conocidas de Montoro y Carrillo.

Isidoro Martínez, que volverá a enfrentarse al que fuera su maestro durante una década, Manolo Cadenas, con el que coincidió como ayudante del leonés en el Reale Ademar es consciente de las dificultades que entraña este encuentro "porque Manolo es un ganador nato y seguro que pondrá todo de su parte para complicarnos las cosas", ha reconocido.

Además, el Fraikin Granollers, según su punto de vista, "ha ido de menos a más y está realizando un buen final de temporada una vez que ha recuperado a jugadores que tenía lesionados", ha recordado.

Por otro lado, el técnico vallisoletano ha reconocido que le resulta "especialmente duro" el tener que "seguir manteniendo la intensidad y exigencia máxima" a pesar de las dificultades económicas del club que redundan en que los jugadores acumulen más de cuatro meses sin cobrar.