Al Itihad se impone al Muludia en la Copa de Argelia de fútbol

Argel, 1 may.- El Itihad de Argel se hizo hoy con la Copa de Argelia de fútbol al imponerse por 1-0 al Muludia, también de la capital argelina, en un encuentro que no contó con la presencia del presidente del país, Abdelaziz Buteflika, por motivos de salud.

La final, un derbi entre los dos principales conjuntos de la capital, nacidos en el mismo barrio, el popular Bab el Ued, fue precedida de una semana de celebraciones por los aficionados de ambos clubes, que decoraron los barrios de la capital con los colores de ambos equipos.

El Itihad se impuso con un solitario gol a balón parado de Ben Musa en el minuto 17 de la primera parte. Un disparo pegado al poste izquierdo que el portero del Muludia fue incapaz de alcanzar.

Es la octava ocasión que el Itihad se hace con la copa de la República y la primera vez que se impone al Muludia en la final copera, en la que se han encontrado, con esta, en cinco ocasiones.

Tras conocerse el resultado, el júbilo ha estallado en las calles de la capital, donde se han desplegado 25.000 agentes para evitar que los festejos, que se espera que duren hasta entrada la noche, no se desborden.

El presidente Abdelaziz Buteflika, que el sábado fue trasladado a un hospital de París tras sufrir un accidente cerebrovascular, escribió ayer a los argelinos un mensaje para disculparse por no poder estar presente en esta final, la primera que se pierde desde su llegada a la jefatura del Estado, en 1999.

En su lugar, el primer ministro, Abdelmalek Selal, fue el encargado de entregar las medallas a los combinados y el trofeo al vencedor.

Sin embargo, los jugadores del Muludia no regresaron al terreno de juego tras el encuentro para recibir de manos de Selal la presea de plata en protesta por la actuación arbitral, según indicó el presidente del consejo de administración del Muludia, Kamel Amrouche, citado por la agencia oficial argelina, APS.

Una decisión que fue considerada por el presidente del Comité Olímpico Argelino, Mustada Berraf, como una acción "antideportiva e inmoral".

"Exijo que los responsables de este acto condenable sean erradicados de por vida del movimiento deportivo nacional", agregó Berraf que subrayó que era la primera vez en los 49 años de competición desde la independencia de Argelia, que un equipo rechazaba recibir su medalla.