Al tercer día, el Levante siguió soñando

  • El humilde líder de Primera división, el Levante, sigue en cabeza después de vencer con bastantes problemas a la Real Sociedad (3-2). Estuvo a punto de despertar de su sueño, pero dio la vuelta al marcador y logró el triunfo in extremis para alegría de la afición granota, que disfruta del momento.
Jorge Ramírez Orsikowsky

La Liga de las estrellas vuelve a tener, por segunda jornada consecutiva, un líder muy humilde pero infalible. El Levante, que cuenta con el segundo presupuesto más modesto de Primera División, estuvo a punto de perder el liderato en solitario en su campo, ante la Real Sociedad, pero primero remontó y luego volvió a adelantarse en el tiempo añadido (3-2). Tres días después de su gesta puede seguir viviendo su sueño particular.

Nadie duda de que tarde o temprano el equipo granota tendrá que despertar y ceder el liderato. Parece imposible que pueda mantener el ritmo de los dos grandes de la Liga, el Barcelona y el Real Madrid, pero por ahora lo está haciendo. Ya llegará el temido por muchos duopolio; por ahora hay un monopolio, el del Levante.

La Real Sociedad vendió muy cara su derrota. De hecho, viendo la primera parte parecía que el equipo donostiarra era el líder, mientras que el  conjunto local había asumido el papel irregular de la Real. Estrada adelantó a los visitantes tras un fallo de Munúa, que luego se ganó el perdón con varias paradas de mérito. Además, el larguero evitó dos goles de los vascos.

Tras el descanso, casi por inercia, los de Juan Ignacio Martínez fueron adelantando sus líneas y recuperando la iniciativa, y Nano y Valdo dieron la vuelta al marcador en los cinco minutos que van del 56 al 61. La Real Sociedad todavía tuvo fuerzas para igualar el partido a cuatro minutos del final. Lo hizo Íñigo Martínez. Parecía que los de Philippe Montanier iban a lograr lo que no pudieron conseguir ni Real Madrid ni Málaga, por citar a dos de las siete víctimas de los granotas, pero al final acabó corriendo su misma suerte por culpa de un gol de falta de Rubén Suárez en el tiempo añadido.

Para el Levante, toda la vida es sueño, y el suyo al menos va a durar una semana, de domingo a domingo. Por ahora no quieren despertar en Valencia.

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