Alemania y Argentina, dos históricos en busca de la grandeza perdida

  • Múnich (Alemania).- El amistoso de mañana entre Alemania y Argentina y Múnich es una nueva edición de un duelo -que ha sido protagonista de dos finales mundialistas seguidas- entre dos equipos que suman cinco títulos mundiales y que han sido referencias importantes del fútbol internacional.

Ballack: Lo que pasó en el Mundial dice mucho del carácter de los argentinos
Ballack: Lo que pasó en el Mundial dice mucho del carácter de los argentinos

Múnich (Alemania).- El amistoso de mañana entre Alemania y Argentina y Múnich es una nueva edición de un duelo -que ha sido protagonista de dos finales mundialistas seguidas- entre dos equipos que suman cinco títulos mundiales y que han sido referencias importantes del fútbol internacional.

Sin embargo, los dos equipos no sólo se parecen en eso sino que también comparten un largo ayuno de títulos que hace que el trabajo de sus seleccionadores -Joachim Löw y Diego Maradona- tenga mucho que ver con una lucha desesperada por recuperar la grandeza perdida.

Alemania no gana un título desde 1996, cuando ganó la Eurocopa al imponerse en la final a la República Checa, Argentina no sabe lo que es ser campeón desde 1993, cuando ganó por última vez la Copa América.

En la memoria de Maradona -que parece haber olvidado la Copa América del 93- el ayuno es todavía más largo pues ha dicho que Argentina no gana nada desde hace 24 años.

En el último torneo, ambos equipos estuvieron al menos en la final -Alemania en la Eurocopa de 2008 y Argentina en la Copa América de 2007- y en los dos últimos mundiales los alemanes han vuelto a meterse entre los cuatro primeros mientras que Argentina desde 1990 no pasa de los cuartos de final.

Argentina, en la Copa América de Venezuela, había trabajado a conciencia para ser campeón y había llevado al torneo al mejor equipo posible que llegó a la final como claro favorito ante un Brasil improvisado que, sin embargo, terminó dándole un varapalo -ganó 3-0- en el estadio Pachencho Romero de Maracaibo.

Esa derrota inesperada pareció ser el comienzo de una crisis que prosiguió con una accidentada eliminatoria -primero con Alfio Basile en el banquillo y luego con Maradona- que por momentos hizo incluso que en casa se temiese lo peor.

El billete a Sudáfrica se alcanzó con sufrimiento y muchos ven demasiados palos de ciego en los esfuerzos por formar un equipo para el Mundial. La increíble cifra de 102 jugadores convocados en los 16 partidos de la era Maradona apunta en esa dirección.

La situación alemana, pese a que el ayuno también es largo, tiene algunas diferencias. En primer lugar, Löw ha tenido continuidad y lleva con el equipo, contando su tiempo como asistente de Jürgen Klinsmann, seis años.

Para Alemania, además, la llegada a la final de la Eurocopa ya fue vista como un éxito y cayó con dignidad, por 1-0, ante una España que tenía un favoritismo casi absoluto.

La llegada a la final del Mundial de 2002, pese a las carencias del juego alemán y a que ese éxito se debió casi exclusivamente a la actuación casi sobrehumana de Oliver Kahn, fue vista como el comienzo de algo que luego continuó con el tercer puesto en 2006.

En Alemana, se tiene la sensación de que algo está creciendo y hay jugadores que vienen de la selección sub 21 que se coronó campeona de Europa -especialmente Mesut Özil- que hacen que se genere una mezcla prometedora con la experiencia que tienen jugadores como Michael Ballack o Bastian Schweinsteiger.

Sin embargo, la sensación de ayuno también está ahí. Y ese ayuno no sólo es falta de títulos sino también falta de victorias ante rivales considerados grandes.

Alemania sacó a Argentina en cuartos de final del pasado Mundial. Pero los críticos no se cansan de recordar que Alemania sólo pasó a semifinales por penaltis y que el partido técnicamente fue un empate.

Los dos equipos llegan al partido de mañana con hambre lo que ha hecho que Maradona pronostique un gran partido.

"Ellos quieren ganar, nosotros queremos ganar. Va a ser un partido espectacular", dijo Maradona.

Los equipos se respetan. Maradona ha hablado del espíritu de lucha de los alemanes, que pelean casa partido hasta el último minuto. Löw, por su parte, ha subrayado la calidad individual que tiene Argentina.

La última vez que los dos equipos se vieron las caras la cosa terminó en trifulca, tras la eliminación por penalti de los argentinos. De ambos lados, sin embargo, se asegura que llegan al amistoso de mañana sin ánimo de revancha.

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